A medida que se acerca el nuevo año es muy probable que sientas dos vibras en el aire: la curiosidad por nuevos comienzos y la nostalgia por lo que queda atrás. El tiempo tal como lo concebimos los humanos, es en realidad bastante etéreo, intangible. Sin embargo, las fiestas de fin de año son un impulso para hacer las paces con lo que dejas atrás y para poder avanzar más ligeros hacia lo que viene en nuestras vidas.
Pregúntate: Quien soy ahora vs quién era
Cuando eras niño probablemente hiciste ese ejercicio donde un maestro te preguntaba que querías ser cuando crecieras. Sin embargo, ese ejercicio se enfocaba principalmente en tu carrera ¿Qué pasa entonces con el tipo de persona que querías ser?, todo el tiempo estamos evolucionando y cambiando; si tomas un momento para reflexionar amablemente sobre quien eras exactamente hace un año, probablemente notarás grandes cambios. Evitemos adjetivos como bueno o malo, simplemente eras. Y ahora, después de todas las experiencias, lecciones, desafíos y aspiraciones del 2023, es hora de preguntarte ¿Quién eres ahora y que puedes hacer para alinearte con esa idea?
Recuerda, el autodescubrimiento es un proceso continuo y hacerte esta pregunta y ajustar tus acciones puede llevarte a un crecimiento personal continuo y la alineación con tu sentido de vivir.
Haz cartas a tu yo pasado
El 31 de diciembre antes de la medianoche ha llegado el momento de decir adiós al 2023.
Mirar hacia atrás puede resultar desafiante. Cometimos errores, tuvimos aciertos, nos hirieron y probablemente también lastimamos a otros, probablemente estuviste enfermo y creíste que ya no tenías cura, pero la clave es mirar hacia atrás con autocompasión, aprecio y perdón para liberar las cargas emocionales.
Liberar nuestro equipaje emocional no es como dejar tus maletas en la entrada de casa, lleva tiempo. Cuando sientas que es el momento, escribe las cosas que te gustaría decirle al año que se va. Aquí tienes algunas sugerencias:
Cuéntale las luchas que atravesaste y tus esfuerzos para superarlas
Aunque las emociones pueden estar a flor de piel, dile al año que se va “quiero despedirte con todo mi corazón”. Has sido un año lleno de altibajos, de momentos inolvidables y también de aquellos que preferiría olvidar.
Recuerda experiencias y situaciones que te hicieron reír o sentirte tan presente que nada más importaba, dile:
Gracias por las alegrías, por las sonrisas y las carcajadas compartidas con amigos y familiares. Esos momentos quedarán impresos en mi memoria como un recuerdo imborrable.
Si el año que se va está triste, bríndale consuelo, agradécele y abrázale por su valentía y nota cuántas cosas terminaron saliendo bien.
Pero también debes darle las gracias por los momentos difíciles, por las lágrimas derramadas y las lecciones aprendidas, fuiste muy valiente porque pese a que había momentos en que desfallecías pudiste salir adelante. No fue fácil, pero sé que esos momentos también fueron necesarios para tu crecimiento personal.
Por eso, querido año viejo, te digo adiós con gratitud en mi corazón y esperanza en mi alma. Gracias por los momentos vividos, los buenos y los malos. Siempre estarás en mi memoria como un capítulo más en mi vida.
Este ejercicio es un acto poderoso. Al despedirnos del año, abrazamos la sabiduría de nuestro pasado, reconociendo que cada paso fue una parte valiosa de nuestro viaje.
Ahora es tiempo de recibir el nuevo año con los brazos abiertos, mirando hacia adelante y de abrazar al futuro con toda la fuerza. Un año más hemos hecho balance de nuestras vidas, de todo lo que ha pasado el 2023, para darnos cuenta de que lo más importante es que podamos celebrar tu llegada con gran entusiasmo. Recuerda que el 2024 viene con nuevas oportunidades, sueños por cumplir y metas por alcanzar.
Querido 2024, tal vez estoy poniendo demasiadas expectativas, pero espero que tú me traigas todo lo bueno que pueda vivir. No te pido grandes cosas, aunque no estaría mal que hicieras un esfuerzo por ayudarme a cumplir mis metas y mis objetivos. Espero, con mucha ilusión, que puedas darme el empujoncito que necesito para ser un poco más feliz.
Ya sabemos que la felicidad no va a depender de ti. Que tú, 2024, acabas de llegar, que no sabes todavía qué es lo que va a ocurrir en estos 365 días que tenemos por delante. Sabemos que lo vas a hacer lo mejor posible, pero nosotros queremos pedirte un respiro, un soplo de aire fresco para poder seguir cambiando todo lo que antaño nos ha hecho vivir entre la espada y la pared.
Sabemos también que es complicado cambiar las cosas, que a veces no vas a poder hacer nada por mejorar situaciones que nos incomoden. Tan solo queremos pedirte fortaleza, ilusión y mucha confianza. Desde hace unos años se nos ha olvidado cómo era vivir antes de la pandemia, y aunque poco a poco estamos logrando pasar página, confiamos en que tú, 2024, seas ese año que guardaremos en nuestros corazones para siempre.
Además de esas ilusiones y de esas esperanzas, queremos pedirte algunas cosas más. En primer lugar, que haya salud (tanto mental como física) para nosotros y para nuestros seres queridos, que podamos disfrutar todos juntos de tu llegada, pero también de tu salida sin ningún sobresalto y con la confianza de que seremos capaces de luchar contra todo lo malo que se nos ponga por delante en la vida.
Otro de los encargos que queremos hacerte es que en todo el mundo esparzas un manto de paz, de motivación y de alegría. Necesitamos ese toque de felicidad que nos ha faltado tanto, queremos esa dosis de optimismo que muchas veces se hace tan necesario. Nosotros te prometemos que vamos a vivir el presente, que vamos a ilusionarnos con cada oportunidad que nos brindes, que vamos a intentar dejar la queja a un lado para mostrarnos tal y como somos, para poder solucionar por nosotros mismos todos nuestros problemas. Con fortaleza y con ese poder que estamos seguros nos vas a traer.
Deseamos, con todas nuestras fuerzas, que tú 2024 seas ese faro de esperanza de tanta gente que la necesita. Somos conscientes de que no podemos pedirte más, que al final nuestro optimismo y nuestra manera de ver la vida depende de nosotros mismos, tan solo queremos pedirte esa ayuda extra que necesitamos.
2024, estamos encantados de poder vivir un año más rodeados de las personas que más queremos, y esperamos que cuando te vayas dejes una estela de alegría en nuestras vidas.
Ahora que hiciste las cartas de despedida y bienvenida de una manera consciente, llevemos la sabiduría de la autorreflexión y el amor propio al próximo año.
Que el 2024 este lleno de momentos de atención plena, autocompasión y conexiones genuinas. Celebremos la singularidad de nuestros viajes individuales mientras reconocemos la experiencia humana compartida que nos une a todos.
Estemos seguros de que lo que vendrá, vendrá. Lo que dejará de ser, dejará de ser. Sencillamente, como planteara Víctor Frankl, no tenemos el control sobre lo que acontece, pero si podemos decidir cómo reaccionar y hacer frente a lo que acontece.
Por ello, es bueno pedir al ser superior en el que tu creas que te de las herramientas, las fuerzas, las esperanzas para lidiar con los retos que llegarán a tu vida:
Que, en medio de cada tormenta, puedas encontrar paz, y en medio de cada alegría puedas hallar inspiración.
Que aprendas lecciones útiles, tanto en tus aciertos como en tus desaciertos.
Que tus lágrimas encuentren alivio en el Espíritu Consolador y tus risas sirvan para animar a otras personas.
Que tus heridas cicatricen y puedas dejar atrás rencores y amarguras.
Que con el pasar del tiempo seas más humano(a), más cálido(a), más compasivo(a), más sensible.
Que aprendas a valorar más y a cultivar la espiritualidad, con el prójimo, contigo, y con la naturaleza.
Que tus acciones y palabras tengan tan buen efecto que lleven a otras personas a sentirse agradecidas sólo porque existes. En fin…
Gracias en nombre de Mazui por acompañarme este año, fue un crecimiento mutuo
Por tu éxito y el mío
Martha
Referencias
Diario Femenino
Meditopia
Jose Manuel Capella-Pratts
Mazui