El agua fría puede aportar numerosos beneficios al cuerpo que de hecho ya se conocen desde hace siglos y han sido empleados por diferentes civilizaciones para mejorar el estado de salud. Es por ello por lo que considero hablarte de algunos de los beneficios que el agua fría puede aportar a tu organismo.
Las duchas con agua fría no son algo que motive a la mayoría de las personas. Por el contrario, solamente de imaginarlas nos da escalofríos. No obstante, si supiéramos los grandes beneficios que aportan a la salud tal vez decidiríamos probar esta sencilla terapia casera.
Los beneficios de bañarse con agua fría son muchos, pero, sin temor a equivocarnos, la mayoría de las personas prefieren un buen baño con agua tibia o caliente. He aquí el dilema. De hecho, algunos le temen bastante a sentir el agua fría en la piel y convencerlos de que lo intenten puede resultar en una rotunda negativa.
A continuación, te decimos por qué es importante comenzar a incluir en tu rutina de higiene básica los baños con agua fría, y cómo facilitar el proceso si sufres demasiado con el frío.
Beneficios de bañarse con agua fría
Existen varias ventajas al optar por el agua fría al momento de bañarse. El efecto desinflamatorio y descongestionante, tanto en el rostro como en el cuerpo, es uno de los más populares, favoreciendo tanto la elasticidad, luminosidad y la firmeza natural de la piel. Los poros tienden a contraerse de forma temporal. Inclusive, se ha comprobado que dentro de los beneficios de una ducha fría están el poder ayudar a disminuir la rosácea, y a contribuir con el alivio del acné.
Por otra parte, el choque térmico activa, estimula e incrementa la circulación, aumentando así la oxigenación, además de que aumenta la producción de colágeno y elastina, reduciendo la flacidez del rostro. Finalmente, tomar un baño de agua fría ayuda a bajar los niveles de estrés y reduce el dolor y fatiga muscular ¿Qué más podríamos pedir? Además, evita algunos de los problemas de bañarse constantemente con agua caliente (el agua caliente daña la epidermis y reseca la piel), si no estamos acostumbrados a ducharnos con agua fría podemos ir disminuyendo la temperatura del agua progresivamente y procurar terminar siempre con esta opción.
Se suele decir que el agua fría es el mejor tratamiento de belleza para la piel, ya que tiene un efecto tensor y reafirmante que combate la flacidez y las arrugas. Además, ayuda a eliminar las células muertas y a prevenir las estrías y la celulitis.
En aquellos días fríos o durante el invierno, es recomendable que se intercalen, un día bañarse con agua tibia, mientras que el otro con agua fría, nunca helada (a menos que consideres un baño de hielo). No debemos olvidar que debe ser una experiencia que se disfrute, no convertir en un martirio el baño frío.
Frecuencia de la ducha fría
Independiente de la temperatura del agua, no existe una regla la cual nos indique cuántas veces es indicado bañarse, siempre y cuando te duches de forma correcta.
Te preguntarás y ¿cómo bañarse correctamente?, muy posiblemente creas saber todo al respecto. Sin embargo, al igual que Roger Federer tiene un entrenador que le da consejos sobre su golpe de derecha, todo el mundo podría mejorar su rutina de baño. Por ejemplo: ¿sabías que las duchas largas y calientes no son buenas para el cabello y la piel?
Ahora bien, no estamos aquí para decirte que las duchas relajantes están prohibidas. Nunca. No obstante, vamos a hacer lo más responsable y decirte que tu tiempo bajo la regadera podría permitirse ser menos prolongado y caliente, tan solo en lo que se refiere a mantener una piel y cabello sano e hidratado.
“El agua tibia abrirá las cutículas del cabello y el proceso del cuero cabelludo, permitiendo que los ingredientes activos del shampoo limpien el cuero cabelludo y absorban los ingredientes activos de los productos”, dice el famoso dermatólogo Harth. Y lo que es más importante, la temperatura media no agotará los aceites naturales y la humedad (necesarios) de tu cabello y piel, no debes quedarte más de 15 minutos en la ducha y lo ideal es que termines tu ducha con agua fría, sesenta segundos para comenzar y puedes subir hasta 5 minutos conforme te acostumbres.
Beneficios del agua fría en tu cuerpo que no esperabas
Activa la circulación
Las duchas frías aumentan la frecuencia cardíaca y provocan una contracción de la musculatura, dos efectos que causan una activación de la circulación en todo el cuerpo. Esto nos aporta una sensación de bienestar inmediata, así como muchos beneficios para la salud a largo plazo. En efecto, ante la exposición al frío el ritmo cardiaco aumenta y se contraen los vasos sanguíneos. Es así como la sangre viaja con mayor velocidad en consecuencia aumenta la presión y mejora con ello la circulación al todo nuestro cuerpo. Lo recomendable es ir alternando sucesivamente las duchas de agua fría con otras de agua caliente para conseguir el efecto de que la sangre acuda más fácilmente a la superficie en el contraste con el agua caliente.
Dicho en otras palabras: la aplicación de agua fría sobre cualquier parte del cuerpo provoca una contracción de los vasos sanguíneos que reactiva la circulación en todo el cuerpo. Esta acción causa una “descongestión” de los órganos.
Ayuda a despejar la mente
Otro de los beneficios que tiene el agua fría para el cuerpo es la sensación inmediata de quitar el aletargamiento. El efecto se nota de inmediato ya que te pones más activo y despejado. Esto se debe a que las neuronas del sistema nervioso reciben inmediatamente la información de los receptores térmicos que se encuentran en la piel y llevan a las partes reguladoras de este la respuesta adecuada frente al frío. Es dicha reacción la que nos aporta un estado de alerta y activación superior.
El agua fría mejora el estado de ánimo
Junto con el anterior beneficio, también hay que decir que el agua fría repercute favorablemente sobre el estado de ánimo. En efecto, el choque térmico que se produce entre la temperatura corporal y el agua fría hace que se estimule la noradrenalina en el cerebro. Ésta es la responsable que de que se produzca una activación y con ello se produzcan una serie de beneficios asociados a la lucha contra la ansiedad, el estrés y un mejor humor.
Mejora la atención
Como hemos dicho, la respuesta de nuestro cuerpo frente al agua fría en gran parte está regulada por el sistema nervioso a partir del cual se producen una serie de respuestas que son de hecho las que resultan beneficiosas para nuestro organismo. Es así como gracias a la activación del sistema nervioso se produce la secreción química neurotransmisora como la noradrenalina que nos permite implementar nuestro estado de atención y con ello desempeñar posteriormente mejor nuestras tareas.
Estimula el funcionamiento del metabolismo
Otro de los beneficios que tiene el agua fría es que ofrece otra respuesta muy interesante: ante la exposición al frío, el cuerpo se activa pidiendo un mayor consumo de energía para poder regular internamente su temperatura. Al acelerar el metabolismo, el cuerpo activa una función natural para equilibrar la temperatura ante los cambios externos. Si quieres perder peso, el agua fría puede ser un excelente aliado.
Implementa la cantidad de oxígeno en el organismo
El cuerpo al entrar en contacto el agua fría, se acelera la respiración y como consecuencia se produce un aceleramiento en el ritmo cardiovascular. Este aumento del ritmo cardiovascular genera a su vez un incremento en la necesidad de energía que se requiere, y por ello también se incrementa la cantidad de oxígeno. Por lo tanto, el agua fría contribuye a aumentar los niveles de oxígeno presentes en nuestro organismo.
Refuerza el sistema nervioso
Una de las respuestas más beneficiosas de la activación del sistema nervioso es que con ella también se activa y mejora el funcionamiento del sistema inmunológico e implementa su capacidad y su funcionalidad para protegernos tanto de agentes externos como para liberar una mayor cantidad de glóbulos blancos o leucocitos.
Fortalece el sistema inmune
Al mejorar la función del sistema linfático, el agua fría también mejora las defensas del organismo. De este modo, se considera que tanto ducharse completamente como darse una última rociada con agua fría antes de salir de la ducha ayuda a fortalecer el sistema inmune.
Ayuda a combatir el dolor
Otro de los beneficios más inmediatos que pueden descubrirse del agua fría sobre nosotros es que, en caso de sufrir algún golpe, inflamación o lesión, el frío contribuye a mitigar su dolor y también la hinchazón que se produce en la zona afectada. Por lo mismo, es muy recomendable para personas que tengan algún tipo de lesión o estén en proceso de rehabilitación.
Mejora la calidad de sueño
Por último (aunque existen muchos más beneficios) el agua fría nos ayuda a conciliar el sueño. En efecto, a pesar de que por la mañana nos ayuda a activarnos, cuando queremos descansar, nos ayuda a conciliar mejor el sueño.
Para aprovechar los beneficios del agua fría, se dice que lo ideal es empezar a rociarla siempre por los pies, ya que una ducha fría brusca sobre todo el cuerpo podría ser perjudicial para la salud, sobre todo para los pulmones y el corazón.
- Empezaremos por los pies e iremos subiendo hasta el cuello y la cara.
- También podemos hacer un recorrido alternativo al subir por la pierna derecha hasta el cuello para después bajar hasta el pie izquierdo.
- El tiempo de la ducha puede ser de entre 30 segundos y 1 minuto. También podemos alternarla con agua caliente.
Consejos
A continuación, destacamos algunos consejos importantes para realizar las duchas con agua fría de la manera correcta:
- Si solemos ducharnos siempre con agua muy caliente, recomendamos hacer el cambio de manera gradual. Podemos ir bajando la temperatura y alternar agua fría y caliente.
- Por las propiedades saludables que hemos detallado, las duchas frías son muy beneficiosas por la mañana, gracias a su poder estimulante.
- Hidrata la cara y el cuerpo mientras la piel está húmeda. El objetivo de los serums y lociones hidratantes es introducir la humedad en la piel y, a su vez, atraparla allí. En segundo lugar, algunos ingredientes ultrahidratantes, como el ácido hialurónico, necesitan la humedad para hacer su magia de “rellenado de la piel”. Por ello, es mejor aplicar los productos hidratantes después de bañarse, mientras la piel está todavía húmeda, así los productos utilizarán mejor dicha humedad para mantener la piel suave y firme.
- Empieza por la cara: Si aplicas primero los productos para la cara (antes de la loción corporal y, desde luego, antes de los productos para el cabello), corres menos riesgo de transferir accidentalmente los ingredientes comedogénicos de las cremas para el cabello y el cuerpo a tus poros faciales.
Hasta ahora, hemos mencionado tanto ventajas como aspectos a considerar. Pero no queremos dejar de lado algo fundamental ¿Y si soy friolento? La respuesta rápida sería: evita este tipo de baños. Pero para aquellos hombres perseverantes que quieren incorporar el baño frío, es recomendable no hacer un cambio abrupto de las duchas a las que estamos acostumbrados habitualmente. Una de las prácticas más comunes es la del contraste, en donde el último enjuague del baño se hace con agua fría. Al empezar poco a poco, el cuerpo se va acostumbrando con el paso del tiempo, y de esta forma ir extendiendo la costumbre de bañarse con agua fría.
Esperamos que estos beneficios del agua fría te sirvan para descubrir una forma natural y sana de cuidarte.
Por tu éxito y el mío
Martha
Referencias
Alfonso Luna Soto
Eurofitness
Mejor con salud
Adam Hurly QG
Mazui