Bailar… bailar…, hace tantos años que bailo, que bailo la danza de la vida, que bailo porque bailando me siento libre, vuelo, me transporto, olvido mis angustias, mis dolores, mis frustraciones, bailo porque siento que es algo que llevo dentro, que está conmigo desde que nací.
Bailar es una de las actividades más viejas de la historia de la humanidad. Desde la época del hombre primitivo las pinturas rupestres han simbolizado personas danzando en las cuevas. Bien lo dice Jorge Drexler en una canción: “Hacíamos música mucho antes de descubrir la agricultura”, y desde siempre la música y el baile han ido de la mano.
¿Sabías que bailar estimula las zonas cerebrales relacionadas con el reconocimiento del cuerpo, la planificación y ejecución de los movimientos, además de liberar serotonina y endorfinas? ¿qué reducen el estrés y ayudan a combatir la ansiedad? Es una de las actividades más completas que te aporta el ejercicio necesario para tu bienestar y que puede practicarse a cualquier edad. La danza te aporta salud.
La danza transforma y desbloquea emociones, dolencias físicas y preocupaciones, conecta tu cuerpo, mente y alma, además que contribuye a sanar dolencia o enfermedades y a descubrir qué emociones se esconden detrás de esa dolencia física. Al observarlas puedes atenderlas como es debido y así, escuchar el mensaje que tienen para ti.
Beneficios de la danza en el cuerpo
Un estudio conducido por la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra y dirigido por el l psicólogo de danza Dr. Peter Lovat encontró evidencia de que al bailar liberamos una mayor cantidad de endorfinas que al hacer cualquier otro tipo de ejercicio, y gracias a esto, conectamos mejor con los centros emocionales del cerebro, provoca una liberación emocional; incluso algunas personas lloran, dejar ir a las emociones reprimidas es catártico.
“Cuando hacemos ejercicio o cualquier actividad física segregamos serotonina, cuando danzamos el cuerpo se conecta en un solo son, en ese momento se liberan una gran cantidad de tensiones a nivel articular y muscular”
La danza mejora tu postura corporal
El permanecer muchas horas frente a una computadora o no hacer ejercicio deriva en mala postura, cuando bailas estiras tu columna y te acostumbras a estar erguido, con el cuello relajado, los hombros hacia atrás, y las lumbares con menos curvatura. Experimenta por ti misma, al poco tiempo de practicar danza notarás caminas de una manera más elegante y con más armonía, incluso te darás cuenta de que mejoras físicamente; estarás más erguido, más presente, ¡más guapo!
La danza mejora la salud de tu espalda
Si tienes escoliosis o subluxación de las vértebras, bailar puede ayudarte a corregir defectos en la columna vertebral. También ayuda a relajar las contracturas de los músculos y a desbloquear zonas muy tensas de la espalda, ayudando así a la disminución del dolor. Puedo decirte que yo he tenido épocas en las que no me he sentido motivada a moverme, ya sea por flojera o porque estaba en una época complicada de mi vida y seguro que tú también en muchos momentos te has sentido así… pues bien, el resultado es que tengo más dolor y más tensiones si no bailo, pues así como yo descubrirás que en los momentos más bajos de la vida, es cuando más necesitamos movernos y la danza puede ser nuestra luz en la oscuridad.
La danza te aporta el ejercicio necesario para la salud de tu corazón, la circulación sanguínea y actividad pulmonar
Un estudio italiano demostró que las personas con insuficiencia cardíaca que practicaron el baile como ejercicio, mejoraron la salud de su corazón, así como la respiración, y la calidad de vida de manera significativa, ayuda a aumentar la frecuencia cardíaca y provoca una liberación de endorfinas disminuyendo los niveles de cortisol en el cuerpo, una hormona que produce estrés.
La danza incrementa tu fuerza y resistencia muscular
Bailar aumenta la fuerza, obligando a los músculos a resistirse contra el propio peso del cuerpo. Por ejemplo, muchas veces la danza requiere de saltos en el aire y saltar requiere una tremenda fuerza de los músculos de las piernas. La danza aumenta la resistencia, que es la capacidad de los músculos para trabajar duro por períodos cada vez más largos de tiempo sin fatiga.
Asimismo, está comprobado que un programa de ejercicio aeróbico de entrenamiento con el baile es tan útil para la pérdida de peso y el aumento de la potencia aeróbica como el ciclismo y el trote, se calcula que en media hora de baile constante se pueden quemar entre 200 y 400 calorías. Al ser un ejercicio aeróbico, se reducen los niveles de colesterol total en la sangre, especialmente los del colesterol LDL, conocido como malo y ayuda a incrementar los niveles del HDL o colesterol bueno.
La danza mejora tu elasticidad y flexibilidad
Con la danza trabajarás tu elasticidad por medio de la elongación de los músculos acortados y de los tendones. Los estiramientos nos sirven para compensar desequilibrios o acortamientos musculares, así como para evitar desgarres, calambres y fortalecer los huesos. La finalidad del estiramiento es dar elasticidad al sistema músculo-tendinoso. La flexibilidad, fuerza y resistencia que se adquieren con el baile ayudan a mantener el cuerpo libre de lesiones. Un estudio de la Universidad de Washington mostró que bailar tango resultó ser mejor que otros ejercicios para mejorar la capacidad de movimiento en pacientes con Parkinson.
La danza mejora tu coordinación
Cuando bailas y te mueves mejoras la agilidad de tu cuerpo y la coordinación, al aprender los pasos, mejoras tu capacidad de concentración y estimulas la actividad de tu cerebro continuamente. El baile puede ayudar a revertir la pérdida de volumen en el hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria, previniendo la demencia senil. Cuando aprendemos rutinas de baile nuestra memoria mejora, así como la habilidad de realizar varias tareas al mismo tiempo.
La danza te hace conocer cada rincón de tu cuerpo
Cuando bailas, tu conciencia corporal aumenta, empiezas a mover zonas y músculos del cuerpo que en tu vida diaria quizás no usas. “Bailar mirándote en un espejo es un buen ejercicio para realizar en casa, esto ayuda a reconocer nuestra imagen y hacernos conscientes de nuestro cuerpo.
Hablando de otros beneficios, la danza da movimiento y fuerza a la zona abdominal; en especial la danza del vientre que favorece el buen funcionamiento de los intestinos.
La danza es un excelente ejercicio de fuerza que también ayudará a mantener fuerte tu masa ósea. Fortalecerás los huesos de las piernas y, a largo plazo, te ayudará a prevenir enfermedades como la osteoporosis, muy habitual en mujeres cerca de la menopausia.
La danza aumenta tu energía
Justo el día que estoy cansada, el día nublado, ya sea fuera o dentro mío y no tengo fuerzas ni ganas de nada… me pongo a bailar. Me cuesta al empezar, pero cuando acabo pienso “que bien que he decidido bailar”. La verdad es que mueve la energía estancada, y hace que me sienta con ganas de comerme el mundo.
¿Te sientes sin energía durante el día? Bailar puede ayudarte a recuperarla. Un programa de baile semanal puede mejorar el rendimiento físico y aumentar los niveles de energía. “Mejorarás tu danza al conocer tus emociones y superar tus bloqueos. Reconocerás tu autenticidad y disfrutarás más de la danza. ¡Tendrás más vitalidad y energía para alcanzar tus propósitos!
¿Recuerdas que a fines del 2019 tuvimos una pandemia que sacudió al mundo entero? Nuestra actividad que desde siempre fue social se transformó en algo peligroso. Se impusieron normas de distanciamiento entre las personas y se cerraron bares, discotecas, clubes de baile y cualquier otro sitio donde antes nos reuníamos a bailar, a sentir la cercanía de nuestro cuerpo con cuerpos ajenos.
Tras un breve momento de esperanza, en donde la reapertura nos encontró brevemente, el 2021 comienza con la amenaza de un rebrote, y peor aún, una nueva cepa más contagiosa de COVID-19. Las cuarentenas estrictas, los cierres de locales de diversión y el distanciamiento se seguían imponiendo como las medidas para combatirla.
En este panorama de encierro el baile se volvió a erigir como una herramienta para combatir los problemas que ocasionó la pandemia, por lo menos a la ansiedad, depresión y demás problemas de salud mental con los que ha venido acompañada. También para hacer mella al sedentarismo que la virtualidad ha exacerbado, si antes estábamos viviendo en un mundo cada vez más sedentario, con el trabajo en casa esos niveles se han desbordado.
Ahora que la vida prácticamente se normalizó, aunque hay brotes aislados de COVID, es bueno que nos propongamos hacer más ejercicio, comer mejor, y en general ser más activos. En este panorama ¿por qué no volcarnos al baile como una forma de mejorar nuestra salud mental y física, e incluso nuestro estado de ánimo?
Bailar como terapia
Si nos ponemos técnicos podemos decir que al bailar estimulamos las zonas cerebrales relacionadas con la propiocepción, que es la encargada de reconocer las nociones de nuestro cuerpo; también se estimulan las zonas corticales, relacionadas con la planificación y ejecución de los movimientos. Asimismo, el sistema límbico, que coordina las respuestas emocionales se ve altamente beneficiado con la producción de endorfinas. “Todo este conjunto favorece la conciencia corporal, la creatividad y la memoria.
“La danza, sea de manera recreacional o profesional, tiene muchísimos beneficios en la salud mental, física y emocional de las personas. Hay que recordar que cuerpo y mente son una unidad y funcionan de manera integrada”
La importancia de moverse
Recientes estudios científicos conducidos en la Universidad de Sidney en Australia han demostrado que tan solo 30 minutos de ejercicio al día de intensidad moderada a vigorosa pueden contrarrestar hasta 10 horas de permanecer sentado. Otros estudios encontraron que hacer “ráfagas de ejercicio intenso” por periodos cortos como 20 segundos o incluso 4 segundos durante varios momentos del día pueden producir beneficios concretos al estado físico de las personas.
“La vida misma es danza, estamos en constante movimiento y en el momento que nos quedamos estáticos permitimos que nuestra mente se estanque”
El baile es “una catarsis total”, porque le pone otro ritmo a la mente, que siempre está en constante movimiento, pero al bailar conectados con quienes somos en esencia derribamos esquemas corporales y mentales “nos entregamos a ser uno con el movimiento y solamente quedamos como observadores de nuestro propio cuerpo, pero una observación libre de juicios”.
En fin, ya sea por salud física o mental, bailar y, sobre todo, movernos, debe estar entre la lista de prioridades de este año. Como dice Jorge Drexler: “Estamos vivos porque estamos en movimiento” y “si quieres que algo se muera, déjalo quieto”.
Después de adquirir este conocimiento, ¿estás dispuesto a mover tu cuerpo y tener una vida plena?
Por tu éxito y el mío
Martha
Bibliografía
Infobae
Dancer’s Ways
Multimedio digital
Mazui