Si estás emprendiendo un negocio, tiene que saber que para tener éxito debes salir de tu zona de confort… tienes que ser innovador y creativo y hacer las cosas diferente a lo que hacen los demás. En otras palabras tienen que dar un paso adelante y tomar riesgos y eso significa que estarás cometiendo errores, a veces grandes y costosos y muchas veces tienes que levantarte, quitarte el polvo y comenzar de nuevo.
Te darás cuenta que de todos esos fracasos aprendes a no tenerles miedo y a usarlos para tu ventaja y crecer a partir de ellos. Poco a poco te quedará claro que manejar el fracaso de manera saludable es una de las claves del éxito como emprendedor.
Estamos muy acostumbrados a sentir que hemos fracasado cuando algo no nos sale como lo habíamos planeado. Si nos despiden del trabajo, reprobamos alguna materia, no sale bien una cena que preparamos, no podemos cumplir con alguna promesa, etc. nos culpamos y sentimos que hemos fracasado. La Programación Neuro Lingüística (PNL) te dice que el fracaso no existe, es una palabra que inventamos para estancarnos en el mismo error y culparnos, y de donde nos va a costar trabajo salir.
Recuerda esto: todos los resultados que obtenemos de nuestras acciones, son solo enseñanzas. Si todas nuestras experiencias negativas las vemos de esta manera, como aprendizajes, esto nos hará corregir nuestras conductas y salir hacia adelante generando nuevas opciones. De esta manera cada vez, seremos mejores seres humanos, y nos veremos como personas en constante evolución y no como fracasados. El saber aprender de nuestros errores, aprender lo que es útil y bueno para nosotros y lo que no lo es, es una de las mejores maneras para desarrollarnos como personas exitosas.
Todos los que hayan visitado Londres, recordarán las decenas de puestos de comida étnica que rodean el famoso mercado de Camden. Aquí, la Administración anima a jóvenes de todo el mundo a experimentar un negocio, siempre y cuando cumplan con los criterios de higiene y seguridad necesarios. La idea es eliminar el riesgo de empresa (anulando o casi la inversión) y, por lo tanto, minimizar el ‘miedo al fracaso’, lo que facilita una selección natural determinada principalmente por la innovación y la calidad. Su lema es: “Quién arriesga, innova y lo hace bien, prospera”.
Obviamente, no siempre se tiene la posibilidad de actuar en un entorno tan protegido, pero aprender (más pronto que antes) a fracasar es necesario, ya que quedarse siempre de pie significa no haberse puesto a prueba nunca y nunca haber ido más allá de los límites fijados. De alguna manera, podemos decir que si no hemos fracasado lo suficiente, es porque nuestros objetivos no son suficientemente ambiciosos, o bien no estamos haciendo nada para conseguirlos.
La decepción que conlleva el fracaso debe ser vivida, aprendiendo a gestionarla. Si nos centramos sólo en el estado de desencanto y derrota, el riesgo es agigantar la percepción negativa y, en consecuencia, también la imposibilidad de superar el momento.
Cada fracaso puede hacerte más fuerte y sabio
Esta expresión escuchada frecuentemente es cierta, pero solo se aplica si aceptas tu parte de responsabilidad por las derrotas. Si culpas por completo a alguien o algo externo, no tendrás buenas lecciones. Piensa en el niño que aprende a caminar: si culpara a la gravedad o a un pañal caído por sus caídas, nunca mejoraría al caminar, pero un niño sabe instintivamente que no funcionó a algo que hizo o dejó de hacer. Por lo menos aprendió que cada caída era una lección que le enseña cómo hacerlo la siguiente vez. Al igual que ese niño, cada vez que fallas puedes comenzar de nuevo, con más conocimiento y resiliencia.
Cuando Thomas Edison estaba experimentando cómo hacer que la bombilla funcionara, se le acercó una persona y le preguntó: ¿qué se siente haber fracasado 900 veces para que la bombilla prenda? Él le contestó, “yo no he fracasado 900 veces, sino que he aprendido 900 formas en que la bombilla no funciona”. Toda persona exitosa no ve el fracaso, sino la enseñanza que le proporciona su experiencia.
Para obtener un fracaso, como decía Milton H. Erickson, padre de la hipnosis médica y de la hipnosis conversacional, es necesario darse un límite de tiempo. Si dices “mañana habré adelgazado 5 kilos”, es muy probable que fracases -o eso u hoy sudas mucho. Pero si dices: “voy a adelgazar 5 kilos” es más que probable que lo consigas, si no en un mes, en seis o en doce. Pero puedes conseguirlo, si pones los medios.
El fracaso no es una señal de alto!
Esto es muy importante: un fracaso, incluso uno grande, no es una señal de que debas rendirte. Cuando lo que estás haciendo no funciona, solo necesita que hagas una corrección, ya sea un gran desvío o un pequeño cambio de rumbo. Me gusta la forma en que Tony Robbins habla sobre esto: que no hay fallas, solo resultados. Con esa perspectiva en lugar de ponerse dramático, simplemente se puede decir: “Esto es lo que intenté y éste es el resultado que obtuve. Para obtener un resultado diferente debo abordarlo de una manera diferente” y…. te digo…Funciona.
Fallar es mejor que arrepentirse
No puedo imaginar donde estaría ahora mismo, si me hubiera quedado en mi zona de confort, si nunca lo hubiera intentado, hoy veo todo desde una perspectiva diferente, gracias a haberme decidido dejar mi zona de confort y enfrentarme a otra cultura, otro idioma y otro país. Recuerda siempre que Fracasar no define quien eres a menos que lo permitas.
Una vez superada la fase más aguda, el consejo es comenzar a trabajar con lucidez en la elaboración de la decepción. En ese momento se descubrirá, por un lado, si la esperanza de la que nos alimentábamos era razonable o no y, por el otro, si existían o no las premisas por las que ese objetivo concreto nos parecía alcanzable.
Cuando se trata de alcanzar un objetivo, de hecho, muchos de nosotros adoptamos un modelo mental donde el éxito y el fracaso son caminos excluyentes entre sí, pero se trata de un cruce presente sólo en nuestra mente. En realidad, el camino al éxito está lleno de obstáculos y de fracasos y son estos obstáculos y fracasos los que ponen a prueba nuestra determinación y nos hace más fuertes y eficaces.
La trayectoria personal y profesional de cada uno de nosotros no es un punto de llegada, sino una fase de formación, experimentación y camino continuo, donde es precisamente el error lo que nos permite crecer y mejorar. El hecho de no saber hacer algo al principio, no significa que no podremos hacerlo nunca, lo lograremos solamente después de probar y, a menudo, después de varios o muchos intentos. Hacer algo mal no significa que esté mal hecho, sino que simplemente aún se tiene que encontrar la manera de hacerlo bien o adquirir los conocimientos necesarios para ello.
A continuación te enumero algunas preguntas útiles que es posible que desees utilizar en tu vida para replantear cualquier situación negativa o “de fracaso” , en una experiencia positiva.
1.- ¿Qué puedo aprender de esto?
En primer lugar, tenemos que darnos cuenta que el resultado que no deseamos es a menudo la madre de todo éxito. Cada vez que cometes un error y aprendes de él, te estás convirtiendo en un ser más sabio.
“El único error real es aquel del que no aprendemos nada” John Powell
2.- ¿Qué puedo hacer para mejorar las cosas?
En vez de eludir la responsabilidad y decir: ¿Por qué a mí?, pregúntate lo que estás dispuesto a hacer para mejorar las cosas y salvar la situación. De acuerdo con la ley de variedad requerida, cuanto más flexible seas con tu enfoque, mayores serán tus posibilidades de éxito. Cuando te enfrentas con el fracaso o retroceso, puede ser el momento para que puedas revisar lo que no funciona y hacer los cambios necesarios para avanzar hacia el éxito.
“La mayor locura es hacer la misma cosa una y otra vez y esperar resultados diferentes”.
3.- ¿Cómo puedo pasar de este fracaso y salir triunfante?
En lugar de “golpearte” a ti mismo por lo que has hecho, cree que se puede subir de nuevo. Cuando el Titanic se hundió, muchas personas juraron no volver a zarpar en barcos de crucero. Sin embargo, los barcos más grandes, mejores y más seguros se han construido desde entonces, y la gente sigue utilizándolos. ¿Hay alguna manera de que, posiblemente, pueda convertir el fracaso en éxito? Recuerda que un rio siempre tiene éxito en su propio camino hacia el mar, superando todos los obstáculos en su camino.
Aplica estas tres simples, pero poderosas preguntas constantemente en tu vida, y convertirás tus fracasos en tus éxitos.
Con todo esto que te transmito, te invito a dar el siguiente paso y no dejar que la idea del fracaso termine con tu creatividad. Para concluir te deseo “Larga vida y prosperidad” como decía Mr. Spock en la mítica Saga “Star Trek”.
Por tu éxito y el mío.
Martha
Bibliografia
Terapia y crecimiento emocional
Andres Raya
Mazui
Entrepreneur en español