¿Alguna vez te has sentido fuera de contacto con tu verdadero yo? ¿Te cuesta encontrar algo que enriquezca tu mente y te ayude a sentirte en «sincronía»? Si es así, ¡no estás solo! Como seres humanos, poseemos una habilidad muy curiosa (¡si no inquietante!): la de crear distancia entre nuestros pensamientos, emociones y deseos y nosotros mismos. Si bien esta desconexión puede protegernos temporalmente de situaciones emocionalmente angustiantes, crea patrones de supresión poco saludables.
«Lo que consume tu mente, controla tu vida», ¿qué tan cierto es eso? Nuestros pensamientos tienen un poder grande y extraño, que a menudo luchamos por entender. Lo que pensamos sobre un evento o situación conduce inevitablemente a una respuesta emocional. Las emociones conducen a acciones y las acciones conducen a resultados. De esta manera, nuestras mentes pueden dar forma a nuestra realidad.
Cuando los pensamientos se vuelven demasiado abrumadores y angustiantes, cultivar la conciencia es clave. En este blog de Positividad, Richard Packer de los Estados Unidos comparte su experiencia domando la mente y volviéndose más consciente a través de la meditación.
La Historia de Richard
Sostuve todo como sospechoso y reduje mis creencias a solo lo que es demostrable o cognoscible. Solía sentirme atrapado por mis pensamientos. Si mi cerebro estaba girando, entonces estaba atrapado en el viaje hasta que se detuvo. Rumiaba durante horas sobre los errores del pasado y me compadecía durante días por los fracasos intrascendentes que robaban la felicidad de la vida que he construido y quiero vivir.
Me retiré del Ejército mientras aprendía a salir de la religión; ambas estructuras autoritarias con medidas definidas de éxito que había utilizado como andamiaje para construir mi visión del mundo y mi personalidad. Pasé unos años espiritualmente perdido y a la deriva sin anclajes morales definidos; no saber qué es real y para qué vivir.
El sueño solía ser un problema enorme y aparentemente irresoluble. Había aprendido a lidiar con el sueño pequeño e intermitente en el ejército y no entendía cuán crítico es el buen descanso para el bienestar. A menudo no dormía tanto como esperaba hasta la mañana para volver al trabajo. Mi cerebro no dejaba de agitarse sobre todas las preocupaciones, pruebas y responsabilidades de la vida. La tortura común era no poder dormir debido a la preocupación por lo poco que dormía.
Me despertaba por la noche, miraba el reloj y comenzaba horas de temor sabiendo que estaba atrapado preocupándome por lo horrible que sería el día siguiente sin una buena noche de descanso.
Ese es el momento en que me comprometí con la meditación. Estaba nervioso pero quería aprender sobre la meditación. Me tomó alrededor de seis meses «sentir» una diferencia en mi cabeza mientras meditaba, porque siempre tenía nuevos pensamientos para distraerme.
A menudo terminaba una meditación y me daba cuenta de que no tenía idea de lo que había estado escuchando.
Descubriendo la meditación sonora
Comencé a buscar formas de construir y crecer de nuevo. Quería aprender meditación y cómo lidiar mejor con los pensamientos y sentimientos, así es que intenté con la meditación sonora. Con esta meditación he aprendido a ver el diálogo interno y los pensamientos como aspectos de mí en lugar de lo que soy y he descubierto un yo más tranquilo y consciente para desarrollarme y confiar.
Aprendí a sentir sutiles «diferencias de presión». No soy neurocientífico y no me he hecho una resonancia magnética ni nada, pero creo que estoy sintiendo dónde se acumula la sangre en mi cerebro. Cuando concentro la presión / sangre de mi red de modo predeterminado en mi corteza frontal, puedo sentir que mis pensamientos y preocupaciones se desvanecen.
Prefiero hacer las meditaciones antes de dormir, me acomodo en la conciencia y trato de quedarme allí con calma escuchando y sintiendo como todo mi organismo mejora y por supuesto tengo mejor descanso, duermo muy bien.
Lograr una mayor conciencia
Gracias a la meditación, ahora que puedo elegir cuándo pensar y cuándo simplemente ser consciente de mis sentimientos y del mundo que me rodea, ya no soy rehén de los recuerdos de vergüenzas pasadas o temores de lo que podría ser. Si no disfruto de lo que hay en mi cabeza, puedo elegir no pensar en su lugar. Soy una persona más tranquila y amable. No me enojo tanto ni experimento emociones negativas intensas, ya que puedo elegir evitar que los pensamientos se conviertan en acciones que podrían lastimar a otros, yo mismo, o la vida que quiero vivir.
La meditación sonora me ayudó a aprender a salir de este ciclo de retroalimentación negativa y desarrollar hábitos de sueño que cambian la vida. Ya no experimento noches de insomnio. Antes, a menudo me quedaba despierto hasta tarde y evitaba dormir hasta que no podía mantener los ojos abiertos, así que me aseguraba de caer profunda y duramente en el olvido.
La sincronización se ha convertido en mi recompensa nocturna por otro día bien vivido y mi primer paso para intentar un mañana mejor. Al practicar la atención plena cada noche, he aprendido a calmar mi ego y disfrutar de un sueño constante y rejuvenecedor.
Heli, una persona que también practica la meditación sonora indica:
Poco después de empezar a escuchar los viajes sonoros. Comencé a tener revelaciones sorprendentes sobre problemas que habían estado flotando en mi conciencia durante años. Estaba empezando a reconectarme con la sabiduría y el conocimiento que había bloqueado. Es interesante y divertido ver cómo las personas a mi alrededor reaccionan a los cambios sutiles que he estado experimentando. Ahora, soy diferente, y ellos reaccionan a mí de manera diferente.
El desarrollo temprano más importante para mí es una conexión en rápido crecimiento con mis emociones centrales. Como una forma de hacer frente al trauma emocional, he bloqueado muchos sentimientos reactivos. Eso funcionó bien como un mecanismo de afrontamiento, al menos por un tiempo, pero no es una forma saludable de vivir. Me las arreglé bien, pero no florecí, porque bloqueé toda una parte de mi verdadero yo. Me extrañé a mí mismo. Sin embargo, ahora me gusto a mí mismo, y quiero estar con todo mi ser de nuevo.
Hoy en día… Siento una frescura, una novedad en mi espíritu. Confío cada vez más en mi propio juicio, y las personas a mi alrededor lo sienten. Siento que estoy reponiendo las fuentes de paz y belleza que habían ido disminuyendo dentro de mí.
Hasta aquí leímos las historias de Richard y Heli, ahora te explico ¿Qué es la meditación sonora?
La meditación sonora, también se conoce como ‘baño de sonido‘, es aquella que utiliza la música, los sonidos de la naturaleza o de elementos como cuencos tibetanos, para calmar la mente e inducirnos a una práctica multidimensional.
El objetivo es llevar a la mente a un estado de relajación. Y aunque no lo creas, la meditación sonora tiene base científica. ¿Has oído hablar de las ondas cerebrales? Son el resultado de la actividad eléctrica de nuestras neuronas y estados mentales. Existen cinco tipos de ondas cerebrales, las Delta se relacionan con el sueño profundo, las Theta tienen que ver con la energía e imaginación, las Alfa surgen con la calma, las Beta y Gamma, más altas y rápidas, se relacionan con la actividad neuronal intensa.
Pues bien, hay sonidos de la meditación sonora que pueden estimular las ondas cerebrales relacionadas con el sueño y el alivio del estrés. Increíble, ¿verdad?
¿Qué se necesita para practicar la meditación sonora?
Si alguna vez tuviste la oportunidad de ver las clases online de yoga de Xuan Lan, todo un referente en YouTube, es posible que en más de una ocasión hayas visto cómo, al final de la práctica y durante la relajación, da unos pequeños golpes a un gong o un cuenco tibetano. El particular sonido que emite es capaz de relajar nuestra mente (si no lo probaste deberías probarlo).
Pues bien, para practicar la meditación sonora, puedes utilizar algún vídeo con música de meditación o ponerte una playlist de Spotify o YouTube con sonidos de la naturaleza. Lo importante es que siempre cuentes con un estímulo sonoro.
Incluso puedes usar gongs, campanas de cuarzo o cuencos armónicos.
¿Qué beneficios tiene la meditación sonora?
El baño de sonido es conocido sobre todo entre los pueblos orientales, pero también está muy extendido en Estados Unidos, Alemania y África.
De hecho podemos realizarlo como una especie de terapia en momentos de nuestras vidas en los que sentimos demasiado estrés o que queramos conectar con nuestro yo interno.
El baño de sonido es una forma de cuidarse, incluso si no estás acostumbrado a la meditación . Porque las ondas alfa y tetha ayudan a aliviar el estrés, devolviendo la calma a la mente y por tanto al cuerpo.
Las ondas Tetha también son las que emite nuestro cuerpo cuando está en la fase REM. Estas ondas mejoran las funciones cerebrales o la memoria y la concentración.
¿Te animas a entrar a este mundo fantástico de la meditación? Te invito a que lo hagas, ya sea practicando la meditación clásica que es concentrarte en tu respiración con los ojos cerrados durante 15 minutos o experimentando con la meditación sonora
Por tu éxito y el mío.
Martha
Bibliografía
Blog de Synctuition
OK Diario
Women’s Health
.