Todo es energía

El universo está formado por energía.

Vivimos en un mar de energía, vivimos inmersos en ella. Es como si un pez preguntara a otro ¿Dónde queda el océano? y el otro le responde “tú estás en el océano”, así nosotros constantemente estamos buscando la energía y no percibimos que estamos en medio de ella.

La energía está organizada en campos que interactúan unos con otros, están todos interconectados. Así como el Universo está formado por varias agrupaciones, de la misma manera nosotros tenemos campos que forman nuestro cuerpo, agrupaciones externas que van formando los tejidos, los tejidos que forman los órganos y así toda la estructura de nuestro cuerpo. Podemos ver la energía manifestándose en nuestra forma física de varias maneras, en los huesos, en la sangre, en los tejidos, en todas las transformaciones bioquímicas y bioenergéticas que ocurren dentro de nosotros, etc.

Si tuviéramos la capacidad de ver la energía moverse, de verla fluir a través de todo el Universo, tal vez podríamos visualizar como un haz de hilos de luz que va recorriendo todos los espacios y agrupándose, organizándose, creando moldes que se copian y mimetizan unos a otros, que imitan, que plasman, que condensan todo lo que existe dentro de nuestra realidad, de nuestra estructura física.

Campo energético

El universo es un gigantesco campo de energía formado por la vibración de todo lo que en él existe. El ser humano interactúa con este campo universal a través de un campo energético propio, formado por distintos planos o frecuencias de energía. El aura o halo luminoso que rodea al cuerpo es la radiación electromagnética de cada uno de ellos.

Cada uno de estos planos está conectado entre sí y lo que sucede en cada uno de ellos afecta a los demás.

Podemos distinguir los siguientes planos:

  • El plano físico (sistemas y órganos) y etérico (plantilla energética del cuerpo físico donde se experimentan todas las sensaciones físicas).
  • Los planos emocional (emociones) y mental (estructuras de pensamiento).
  • El plano espiritual y conciencial (conexión con uno mismo y el resto del universo).

cuerpos

Entones, ¿quiénes somos? Nosotros somos tanto la luz que recorre el espacio como el espacio donde la luz recorre. Esta energía comienza a organizarse y a aprender una manera de caminar, de sobrevivir para hacer que nuestra estructura gane experiencia.

Entonces ella se va condensando sin ningún límite aparente, como la llama de una vela, que no se puede percibir donde termina. Es esa energía, como la llama de esa vela la que recorre todo el universo.

¿Piensas que eres sólo materia? ¿Crees que tus pensamientos y emociones no influyen en la realidad? ¿Hasta qué punto eres responsable de tu salud física y psíquica? Todo ello comienza a tener respuesta cuando comprendemos que somos energía.

Hace 100 años Albert Einstein formuló su famosa ecuación E=mc2, revolucionando nuestra interpretación acerca del universo. Materia y energía se convertían en conceptos intercambiables, ya que la energía da lugar a la materia y la materia da lugar a la energía.

La frecuencia de vibración

Este cuerpo de energía precisa de una determinada vibración para mantenerse vital y saludable. Cuando esa energía disminuye su nivel vibratorio perdemos nuestro equilibrio y nos vemos expuestos a contraer enfermedades.

El bloqueo energético

El nivel vibratorio puede descender primero en los planos espiritual, mental o emocional e ir calando hasta llegar al cuerpo físico produciendo un bloqueo energético. Ese bloqueo impide la correcta circulación de energía y si permanece mucho tiempo, puede dar lugar a la enfermedad en el plano físico.

Aunque estos procesos pueden durar años, es importante actuar sobre los bloqueos antes de que las consecuencias sean más graves.

La vuelta al equilibrio

La vuelta al equilibrio se consigue activando la propia energía vital. La fuerza de la vida reúne en sí misma todo el potencial sanador necesario para liberar bloqueos y recuperar el flujo de energía. Esto contribuirá a restablecer la salud y el equilibrio físico y mental.

Ten presente que tú eres energía, la persona a tu lado es energía, las cosas a tu alrededor son energía y bueno, básicamente todo lo que compone este universo es energía. Las energías son algo que cambia y se hace más fuerte o más débil dependiendo de las circunstancias. Todos necesitamos entender que todos somos uno cuando todo se descompone.

Ahora, si quieres cambiar el mundo que te rodea y mejorarte a ti mismo en general, necesitas cambiar de opinión y eso sólo se puede hacer cambiando tu energía. En esto, debes confiar fuertemente en la ley de atracción y el poder de las afirmaciones. Si no eres feliz en tu vida, es tu culpa y tienes que ser tú quien haga esos cambios.

Si quieres felicidad y crecimiento, debes estar dispuesto a buscar esas cosas interna y externamente. Si no trabajas para controlar los canales de energía que permites en tu mente, nunca llegarás a donde realmente necesitas estar en este mundo.

Si crees que necesitas algo, haz que ese algo surja. Usa tu mente y tus poderes energéticos para enfocarte en ello intensamente hasta que el universo no tenga otra opción que poner ese algo ante ti. Cuando finalmente te des cuenta de lo poderoso que eres como ser energético en este asombroso planeta, nada podrá detenerte.

Asegúrate de que lo que estás poniendo en este mundo es positivo y las cosas que ganes a cambio también lo serán. La bondad llega muy lejos y si puedes ayudar a alguien a hacerlo, a largo plazo también te ayudará a ti. Las cosas no siempre son lo que parecen y el hecho de que estés deprimido ahora mismo no significa que no vayas a volver a levantarte y a trabajar para seguir adelante.

BIBLIOGRAFIA

El sendero del chaman

Guillermo Ferrara – Coach

Yo sin fronteras

Por tu éxito y el mío

Martha