Cuántas veces te has sentido frustrado cuando por respuesta a alguna petición debías haber dicho NO y sin embargo dijiste si, luego te estresaste porque no era lo que querías hacer pero por que te comprometiste y lo haces.
Intenta alguna vez decir No, decir que No a uno mismo, a otra persona o a cualquier situación. Cuando uno aprende a decir no, se inicia un nuevo ciclo de poder. Cuando a uno le cuesta fijar sus límites y le resulta difícil saber cuál es su energía o la del otro. Desde que era una niña, me gustaba complacer a la gente. Yo entregaba mi poder a los demás tratando de hacer lo que los demás querían en vez de defender mis creencias. Nunca quise causar problemas. Descubrí que muchas veces decía que sí cuando no quería, para agradar y ser aceptada. Cuando dicen que sí y luego se arrepienten, es señal de que, en primer lugar, la respuesta debería haber sido No. Es importante anteponer las propias necesidades y saber lo que les brinda paz frente a cualquier decisión. Ahora digo NO a lo que sea que no alimente mi cuerpo y alma y que bloquee mi confianza espiritual y física.
Cuando ustedes defienden sus creencias, entonces la oportunidad de decir que Sí llega a su vida. Digan Sí con entusiasmo. Decir Sí es una declaración positiva de que su decisión es la correcta para ustedes. Se convierten en un ser empoderado. Esto traerá grandes cambios positivos a su vida. Espero ver cómo se desarrollará mi mundo mientras me tomo el tiempo necesario y le digo Sí a cualquier cosa que me haga feliz. Digo Sí al cuidarme a mí misma ingiriendo comida nutritiva y haciendo ejercicios para mantenerme sana y en la mejor forma posible. Digo Sí a dedicarle más tiempo a pintar mandalas. Digo Sí a trabajar en lo que nos apasiona: Digo Sí a ayudar al que necesita, Digo Sí a crecer cada día. Decir sí nos ayuda a seguir adelante con nuestra propia felicidad y fortaleza.
Decir No es tan importante como decir Sí. Ambos nos ayudan a reconocer lo que decidimos no aceptar como parte de nuestra realidad o lo que elegimos que sea nuestra verdad. Ellos nos equilibran como la persona en la que tratamos de convertirnos. Digan No y Sí con una sonrisa en el rostro y amor en su corazón.
(Parte del texto extraído de la Conferencia de Bárbara y Steve Rother “Aprendiendo a decir No”