Aprender a ser feliz es una elección

Aprender a ser feliz es posible. Si no eres una persona feliz es una elección que ya estás haciendo. Si suena un poco duro, pero es así. Tienes el control total sobre tu vida y por lo tanto, de las decisiones que tomes.

Hay muchos factores por los cuales las personas miden la felicidad. Algunas personas creen que el dinero hace la felicidad y son absolutamente infelices con sus actuales trabajos.

Puedes “envidiar” a esas personas que tienen absolutamente todo y que esforzarte por ser como ellos. Tener riqueza, posesiones, estatus, o incluso una alta posición laboral. Pues ya te digo desde estas líneas que estas cosas no crean felicidad.

Aprender a ser feliz es una elección.

Hay muchas personas que tienen riquezas y un alto estatus y que están completamente inmersas en una vida interior miserable. Pueden estar solos, divorciados o cualquier otra cosa. Los estados de felicidad vienen de dentro.

La Felicidad Es Subjetiva

Hay cosas en la vida que pueden hacerte feliz y que son subjetivas. Y digo subjetivas porque aprender a ser feliz se manifiesta de forma diferente para cada persona.

Puedes encontrar la alegría y la felicidad buscando fuertes emociones a través de montañas rusas o haciendo jumping. Y aunque para ti te produzca una gran dosis de felicidad y descarga de adrenalina, experimentar estas emociones pueden ser más que una tortura para alguien con un miedo atroz a las alturas y nunca poner un pie en una montaña rusa o nunca ser lo suficientemente valiente como para saltar de un puente suspendido por una cuerda elástica.

Todo el mundo busca como ser feliz a su manera. ¿Qué te hace feliz a ti? Aunque algunas personas o incluso tú puedas tacharte de loco, no hay nada malo en aquello que te hace feliz a ti. Naturalmente feliz….

Aprender a ser feliz naturalmente

Quizás conozcas a algunas personas que son naturalmente felices. Y quizás te puedas decir que han nacido con una disposición genética hacia la felicidad. Pues te digo que para vivir feliz hay un 2% de genética y un 98% de elección.

Hay dos citas sobre la felicidad que me gustan mucho.

“La felicidad no es algo que venga hecho, es algo que construyes con tus acciones”  Dalai Lama

“Si con todo lo que tienes no eres feliz, con todo lo que te falta tampoco lo serás” Erich Fromm

Si no eres una persona naturalmente feliz puedes cambiar la manera de pensar, sentir y de hacer. La clave es cambiar la forma en que tu cerebro piensa, lo que sientes y las cosas que haces. Puedes aprender a hacer las cosas diarias de una manera diferente hasta que descubras cuales son aquellas que te hacen sonreír más, que provocan en ti un sentido de flujo y paz.

Y hoy estuve pensando en la felicidad, un tema escrito por muchos (Einsten, Gandhi, Neruda, Paulo Coelho, Benjamin Franklin, Aristóteles, escritores, filósofos, genios, presidentes y muchos otros) y pensé que puedo aportar y hay algo que es muy cierto es que todos nosotros tenemos la habilidad para aportar algo sobre este tema. Tú al igual que yo podemos enseñar a la gente a ser feliz cada día con nuestros actos.

La Ivys on wheels!: 10 cosas que me hacen feliz...
Mireya Navarro (Psicóloga y Directora de Tu Espai) dice: puedo enseñar a la gente a ser feliz y eso es lo que hago cada día en mis consultas.

La felicidad es una actitudque se puede aprender y entrenar. Que no depende de mi entorno, ni de lo que tengo o de lo que me pasa, que depende más de cómo gestiono yo todo eso. Además la felicidad es individual, cada uno posee el secreto de su propia felicidad, no a todos nos hace feliz lo mismo. No reside en obtener cosas o cosechar éxitos, es decir, no es la meta lo que me hace feliz, es el camino.

La felicidad es un estado de bienestar psicológico, una sensación de sentirse bien con uno mismo y con lo que tiene, sin importar lo que falta o lo que tiene el otro. Es llenarse de momentos agradables y saberlos disfrutar, sean breves o largos, requieran un esfuerzo o no. Es un estado de satisfacción plena conmigo y con mi vida.

Si buscas felicidad en el diccionario te saldrá algo parecido a esto: “Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.”

Aprendiendo a ser feliz

En primer lugar conócete. Quién eres y qué te gusta hacer. Es fácil, que te hace sentir que SI y que te hace sentir que NO. Nacemos con esta capacidad aunque luego se nos olvide. Desde que nacemos ya sabemos qué nos gusta (el contacto con los padres, mamar,…) y qué no (un pañal mojado, un grito alto,..)

Debemos volver a escuchar lo que nuestro cuerpo nos dice, para acercarme cada vez más a lo que me hace sentir bien y alejarme de lo que me hace sentir mal.

Qué actividades me gustan, puedo hacer un listado desde lo más sencillo a lo más complicado:

  • Tomar café por la mañana
  • Hacer un descanso en el trabajo y salir a dar una vuelta
  • Leer
  • Ir en bici
  • Tocar un instrumento….

La lista puede ser larga o corta, no importa. Pero al menos dos de estas actividades deberían estar en tu vida cada día. Rodéate de lo que te gusta y aléjate de lo que te hace sentir mal. Es así de fácil.

En segundo lugar cuídate. Dedica tiempo a ti mismo. Necesitamos tener una pequeña parcela para hacer aquellas cosas que nos hacen sentir bien. Cuidar de los demás está muy bien, pero cuidar tanto a los demás que no me quede tiempo de cuidar de mí mismo no está bien. El bienestar personal como su propio nombre indica es personal e intransferible. Mi cuidado solo depende de mí. No esperes que los demás vengan a hacer lo que es tu responsabilidad. Si quieres ir al gimnasio o clases de baile, ve y comienza, no es responsabilidad de nadie cuidar de ti, es solo tuya.

En tercer lugar. Valora lo que tienes. Nos pasamos la vida pendientes de lo que nos falta. Es bueno tener objetivos, pero vivir solo pensando en lo próximo que debemos conseguir, agota.

Hay una cosa que está clara, siempre habrá algo que me falte. Si tengo pareja probablemente me faltará libertad, si tengo hijos me faltará tiempo, intimidad, libertad…si estoy solo/a me faltará compañía. Si te fijas para tener algo, necesariamente debe faltarme algo. Aquí está la gran trampa, si mi cabeza solo está pendiente de lo que me falta, me voy a convertir en el eterno insatisfecho. Enseña a tu mente a pensar en que ya lo tiene y disfrútalo.

Recuerda: “Si con todo lo que tienes no eres feliz, con todo lo que te falta tampoco lo serás”

¿Qué podemos hacer?

Entrenar nuestra mente: agradece cada noche por tres cosas que tienes en tu vida, pero tienen que ser tres cosas diferentes cada día, de manera que llegue un momento que se te acaben las ideas y empieces a dar las gracias por cosas tan sencillas como poder andar, o tener los dos brazos, o por desayunar. Yo cada vez que salgo a hacer ejercicio al aire libre, hago un agradecimiento, respiro hondo y pienso “qué suerte tengo de estar aquí en este momento”.

No te compares. Deja de fijarte en los demás y centra tus energías en ti, en potenciar tus puntos fuertes y en mejorar tus puntos débiles y luego si quieres compara lo que eras y lo que eres, lo que sabías hacer hace 10 años y lo que sabes hacer ahora. Esta comparación es más realista. Vive pendiente de ti y no del resto del mundo.

No te juzgues. Puedes ser tu peor juez. No puedes gustarle a todo el mundo. Habrá quién te juzgará muy bien y habrá quién no. Aprende a vivir con eso, aprende a vivir gustándote a ti mismo.

Deja de tener la necesidad de alardear de las cosas, como si todo el mundo tuviera que ver lo bien que haces esto o la cantidad de cosas que tienes. Se vive mucho más tranquilo sin estar siempre subido a un escenario dónde todo el mundo te ve y te juzga.

Pero dejar de juzgarse no es fácil porque viene de nuestro ego, ese que nos dice que tenemos que ser perfectos y cosechar éxitos. Ese que se alimenta de la vanidad y que nunca se sacia.

Ni tengo que ser perfecto, ni tengo que tener éxito, simplemente tengo que disfrutar de lo que hago, lo demás vendrá luego.

Esto también pasará

Hay un cuento budista que explica muy bien esto. Un rey le pide a un sabio su paz interior a cambio de cualquier riqueza y él le regala un anillo con una inscripción con la frase que le aportará esa paz y le dijo cada vez que estés pasando por una situación buena o mala toca el anillo la frase escrita en el anillo era: “Esto también pasará”

Al final todo es transitorio en la vida, todo está de paso, todo está en movimiento, unas cosas vienen y otras se van y debes aprender a aceptar todo esto sin aferrarte a las cosas ni a las personas, sabiendo que todo pasará, tanto lo bueno como lo malo, nada perdura para siempre. 

Cuando pases un mal momento en tu vida recuerda: esto también pasará. Pero cuando estés pasando por uno bueno piensa: esto también pasará. El primero te servirá para relativizar el dolor, el segundo para no aferrarte a las cosas.

Que dice la ciencia para aprender a ser feliz

En los últimos hallazgos de la investigación sobre la felicidad, el Dr. Michael Fordyce publicó los resultados en 1977 del primer experimento global del mundo diseñado para aumentar la felicidad personal. Posteriormente refinó esto en 1983. En 1980, los científicos de Nueva Zelanda, S. Lichter, K. Haye y R. Kammann también realizaron experimentos sobre cómo aumentar la felicidad. Su investigación combinada se ha conocido como «la ciencia del aumento de la felicidad». Sus hallazgos demostraron que se podía enseñar a los individuos a aumentar su felicidad dramáticamente (un promedio del 25 por ciento) a través de la capacitación.

Aquí están los resultados de algunas de estas investigaciones:

  • La gente feliz considera que la vida tiene un propósito.
  • Las personas felices gastan hasta un 50 por ciento menos de tiempo que sus «contrapartes infelices» pensando en experiencias desagradables.
  • Las personas felices re encuadran al lado positivo cuando ocurren cosas malas.
  • Las personas felices anotan sus metas y establecen sus objetivos.
  • Las personas felices eligen objetivos interrelacionados a largo plazo que involucran su desarrollo profesional, la educación, la familia y donde quieren vivir, lo que equivale aproximadamente al 80% de satisfacción con la vida.
  • Las personas felices compiten para mejorarse a sí mismas y evitan comparaciones negativas con los demás.
  • Las personas felices eligen la cooperación sobre la competencia donde sea posible.
  • Las personas felices se centran en agradecer lo que tienen en la vida. Se feliz con lo que tienes.
  • La gente feliz busca activamente la compañía de otras personas felices.
  • La gente feliz busca como mantener también a los demás felices.
  • Las personas felices hacen de la felicidad una prioridad.

Decide construir estas habilidades y permanece perseverante, haciendo de tu felicidad una prioridad en tu vida. Elígelo así y así la experimentarás.

Para aumentar tus endorfinas debes:

Descansar bien. El sueño es un factor importante si quieres ser una persona feliz. Se necesita dormir bien para que el cuerpo sea capaz de funcionar correctamente. Cuando no duermes lo suficiente tiendes a estar cambiante en tus estados internos, ser incapaz de pensar con claridad y por lo tanto sentirte infeliz. Tanto dormir demasiado como dormir poco, afecta a la calidad de tu vida. Si eres de esas personas que no duermen bien revisa tanto los aspectos internos como externos, por ejemplo, algunas personas no descansan bien porque tienen una mala almohada o porque el colchón es demasiado blando

La falta de sueño puede causar problemas con tu salud y puede ser una de las razones por la que no te sientes feliz.

Hacer ejercicio. El ejercicio es muy bueno para el cuerpo y ayuda a que el cerebro genere endorfinas, que son las sustancias químicas responsables de hacerte feliz. No es necesario que realices ejercicio intenso todos los días, incluso si limpias la casa y haces las tareas normales del hogar, caminar a paso ligero, subiendo y bajando escaleras ya estarás haciendo un buen ejercicio.

Meditar. Algunas personas experimentan una sensación de culpabilidad porque creen que meditar es entrar en un estado mental contrario a lo que sus creencias religiosas dictan ya que la asocian al budismo. Nada más lejos de la realidad. Entrar en un estado meditativo significa aprender a acallar la mente de los problemas cotidianos. Entrar en estados de relajación y paz mental. La meditación es una de las formas más efectivas para potenciar tu bienestar. Los médicos han demostrado los innumerables beneficios para la salud que conlleva la meditación.

Tomar sol. La luz solar generalmente hace que las personas se sientan más felices. Aprovecha los días soleados para dar un paseo, pero no olvides el protector solar. Si en el entorno donde vives no hay mucho sol, puedes recurrir a la vitamina D3.

Limpieza. Mantener tu espacio laboral y personal limpio y ordenado puede ayudarte a levantar el ánimo. Por ejemplo, algunas personas se sienten más felices cuando reacomodan sus muebles o dedican un día a ordenar un armario. Si sientes que tu espacio está abarrotado, trata de limpiarlo o reorganizarlo un poco para ver si eso mejora tu ánimo.

Pequeños logros. Aprender a ser feliz depende, en parte, de las experiencias vividas. Trata de definir objetivos y de cumplirlos. Comienza de a poco. Busca uno o dos objetivos que sean relativamente fáciles de lograr. Diseña un plan para poder alcanzarlos. El logro de los objetivos aumenta tu confianza y, con ello, tu felicidad.

Hallar la felicidad es una tarea diferente para cada persona. Trata de hacer pequeños cambios en tu vida que te ayudarán a sentirte mejor. Con el tiempo, se convertirán en buenos hábitos que te conducirán a una vida más feliz y más sana.

Conclusiones

Puedo aprender a ser feliz y además solo depende de mí. No depende de lo que tengo o de quién me rodea, solo de mí. Así que voy a empezar a hacerme responsable de mi felicidad desde hoy.

 A nadie le sorprende si le digo que para tener un cuerpo sano hay que comer de manera equilibrada y hacer ejercicio físico aunque sea suave, ¿verdad? Y además que hay que hacerlo toda la vida, no vale con hacerlo un mes, tienes que cambiar tu metabolismo. Pues para tener una mente sana y sentir ese bienestar que da la felicidad también toca trabajar.

Primero saber qué te gusta y tomar conciencia, después rodearte de eso y cuidarte, sin compararte, ni juzgarte, dejando de quejarte por lo malo que te pasa y pensando: esto también pasará.

Por tu éxito y el mío

Martha

Bibliografia

Terapia y crecimiento emocional

Centro de Informacion – Cigna

Mireya Navarro – El teu espai

Mazui