La pandemia ha sacudido el mercado laboral: por un lado, ha obligado a miles de personas a empezar a buscar trabajo de nuevo; por otro lado, gracias al teletrabajo y un poco más de flexibilidad, abrió los ojos de aquellos que han estado viajando durante toda la vida preguntándose si valía la pena volver a la oficina. En esencia, fue una licuadora para muchos trabajadores, pero también fue una oportunidad de dar el salto al mundo digital para varias empresas. En los dos últimos años en los que hemos estado menos «distraídos» por viajes, fines de semana fuera de la ciudad y eventos sociales, hemos tenido la oportunidad de reflexionar realmente sobre nuestro trabajo y si esto nos hace felices y satisfechos. Responder a esta pregunta es complicado y muchas veces puede llevar meses de reflexión, por eso la ciencia intenta echarnos una mano tallando cuáles pueden ser las características necesarias para que puedas sentirte feliz y gratificado por el trabajo que realizas.
Felicidad vs. Satisfacción
Primero, debemos distinguir entre felicidad y satisfacción. Según los psicólogos, puedes amar tu trabajo y sentirte completamente satisfecho con tu trayectoria profesional mientras sufres momentos de muy alto estrés en los que no eres feliz o no te gusta lo que haces. Esto se debe a que la satisfacción es un estado a largo plazo, mientras que la felicidad es algo momentáneo, que experimentas por un corto período de tiempo que está destinado a desaparecer. Los estudios que exploran la pregunta de satisfacción relacionan las diferencias entre las personas en sus respuestas a las diversas facetas del trabajo que realizan. Aquellos que examinan la felicidad momentánea se enfocan en eventos particulares y emociones positivas y negativas experimentadas durante el día.
¿Qué te hace estar satisfecho en tu trabajo?
Pon los dos contextos juntos, hay cinco dimensiones que pueden aumentar tu satisfacción en tu trabajo:
- Si el trabajo no es monótono y repetitivo y, por lo tanto, requiere mucha habilidad y actividad para hacerlo bien.
- Si puedes seguir todas las tareas de principio a fin, y no solo participar en una parte del trabajo.
- Si tienes la libertad de hacer esto sin demasiada presión de los supervisores.
- Si recibes comentarios frecuentes y oportunos sobre tus esfuerzos.
- Si percibes tu trabajo como una vocación, y por lo tanto tiene un significado más profundo.
Todo lo que está más allá entra en la esfera de la felicidad, que es igualmente necesaria para que el trabajo sea estimulante y productivo. Desde la diversión con la que intentas hacerlo hasta la relación con los compañeros, pasando por la cantidad de éxitos que experimentas a lo largo del año: completar un proyecto o cerrar una venta es algo que nos hace sentir bien y necesitamos esos sentimientos para ser felices en el lugar de trabajo y no querer cambiar.
Ahora nos preguntaremos ¿Qué es productividad? “De forma simplista, productividad es hacer más con lo mismo o lo mismo con menos. En otras palabras, productividad es hacer mejor las cosas. Hacerlo mejor es correr 10 km en 50 minutos cuando antes lo hacías en una hora”:
¿Qué tiene que ver esto con la felicidad en el trabajo?
Sabemos que un empleado contento y motivado siempre será más eficiente que alguien que no lo está. Podríamos pensar: “Bueno, yo pongo de mi parte, pero la empresa (o los compañeros, o las circunstancias) no ayuda(n) a que sea feliz en mi puesto”. En realidad, eso sólo refleja que estás en una zona de confort en la que es más fácil responsabilizar a otros que a ti por tu crecimiento profesional. Lo cual –valga la pena aclararlo– es un error muy común.
Los consejos de los expertos…
Peter Warr es profesor emérito de la universidad de Sheffield y autor del libro Work, Happiness, and Unhappiness. Para él está claro que el estrés y la infelicidad se asocian directamente con los riesgos de trabajo, los conflictos entre colegas y el bajo rendimiento. A su vez, también ha ubicado en qué aspectos las personas tienen el control para mejorar su satisfacción de diario. Aquí tienes tres:
- Participar activamente con jefes y compañeros favorece el plano emocional.
- Aprender cosas nuevas, para continuar realizándonos personalmente.
- Asumir retos cada vez más ambiciosos (pero siempre realistas), para tener siempre un objetivo que nos impulse a esforzarnos.
María Jesús Álava es psicóloga clínica, educativa y de empresa con más de 30 años de experiencia, especializada en coaching ejecutivo y de recursos humanos. En el 2012 fue elegida como una de las 100 mujeres líderes en España.
En el Primer Congreso Internacional de la Felicidad compartió 3 claves para tener el control de nuestra realidad en el empleo:
- “No te agotes en el trabajo: el cansancio favorece el error y saca lo peor de cada uno”.
- “Recuerda que no estamos en venta: la experiencia nos demuestra que los que se han vendido nunca han conseguido ser felices”.
- “No nos fallemos a nosotros mismos: somos nuestro valor principal”.
Chade-Meng Chen es ingeniero en Google. Muchos creemos que en las oficinas de Mountain View todo es alegría, pero no: también existen personas descontentas y agobiadas. Así que Meng creó un curso que enseña a los empleados cómo mejorar su inteligencia emocional.
- Calma tu mente. Haz pequeñas pausas durante tu jornada y respira profundamente. Intenta no pensar en nada. La meditación reduce la ansiedad y el estrés.
- Lleva un registro de momentos alegres. Cuando algo malo nos sucede, tendemos a caer en la negatividad pensando que nada bueno pasa con nosotros; sin embargo, teniendo anotadas las ocasiones en que hemos sido alegres es más fácil hacer un balance positivo de nuestro día a día.
- Deséales felicidad a otras personas. Pero no te quedes sólo en eso, realiza acciones que lo refuercen.
Tu trabajo no te hace feliz.
Estaba trabajando con un cliente la semana pasada cuando ella me dijo de pronto:
“¿Sabes? es difícil trabajar para ti misma. Algunas veces no me encuentro feliz con el trabajo que realizo”
Me reí y dije, ‘Sip, por supuesto, es que la vida está atestada de dificultades. De eso es lo que se trata ¿no? ¿Sabes las dos cosas, que encuesta tras encuesta, hacen feliz en el trabajo a las personas?
En primer lugar es casi siempre haciendo un trabajo significativo. En otras palabras, creer en lo que hacemos tiene un valor intrínseco en sí mismo para nosotros mismos y para otros.
Y seguidamente es sentir que somos apreciados, no sólo por las personas que pagan nuestros salarios, sino también por nuestros pares e incluso por la gente a la que servimos si estamos en atención al cliente.
El dinero por sí solo no te hará feliz en el trabajo
Ninguna cantidad de dinero puede compensar la falta de esas dos cosas ni te hará feliz en el trabajo.
Muchas veces te das cuenta que estás haciendo algo que no querías hacer. A los 20 eso no parece ser un problema, trabajas y disfrutas duro y la vida parece no tener fin.
A los treinta años se vive de manera similar, pero a medida que los años pasan la desilusión se amontona. Cuando llegas a los 35-36 años empiezas a sentirte vacío y ninguna cantidad de dinero podría enmascarar este hecho.
Y descubres algo que ocurre cuando se llega a esa edad. Se empieza a ser cada vez más consciente de tu propia mortalidad. De repente no es tan aceptable levantarte para ser el mejor todo el tiempo y siempre centrado en el fin de semana debido a que los otros 5 días de la semana estabas absorbido por el trabajo.
Es difícil trabajar para ti mismo, sí, porque eres responsable de tu propio éxito y relajarse rara vez es una opción.
Pero hay dos tipos de dificultades: Hay una dificultad que aplasta el alma, aumenta el estrés y da poco o ningún alivio o satisfacción a largo plazo. Una dificultad que sólo ofrece lamentaciones aunque se vea atenuada por la ganancia material a corto plazo. Y hay una dificultad que al igual que una buena sesión de ejercicio en la que trabajas las piernas y los brazos, estas realizando un trabajo que significa algo para ti.
El tipo de trabajo, donde a pesar de que lo estás haciendo en un domingo por la tarde (como estoy ahora) realmente no importa porque es divertido y tiene un significado. La vida es difícil, sólo hay que elegir qué tipo de dificultad prefieres.
Acá van algunos consejos para apartar esa carga negativa “Mi trabajo no me hace feliz”
Conoce personas exitosas que han pasado por lo mismo que tú
Tener dudas sobre la situación laboral en la que nos encontramos, es algo muy común.
La Universidad de Ohio, en Estados Unidos, hizo un estudio sobre insatisfacción laboral y salud mental. Éste señalaba que un 60% de los trabajadores sufren trastornos de ansiedad, insomnio e irritabilidad a causa del trabajo. Síntomas que estarían relacionados con la idea de «es que mi trabajo no me hace feliz».
Esa insatisfacción es la que ha impulsado a las personas exitosas a hacer el salto hacia una mejora en su carrera profesional.
¿Sabías que…?
- Amancio Ortega empezó como repartidor hasta que se dedicó a emprender a los casi 39 años de edad y es dueño de muchas empresas entre ellas una de las tiendas más famosas “Zara.”
- Michelle Obama se dedicaba a gestionar tareas legales. Luego se dio cuenta que no la satisfacían. Como Michelle, 25 mujeres famosas empezaron una nueva carrera de acuerdo con The Cut.
- Walt Disney originalmente empezó a escribir noticias para un diario. Llegaron a decir que era una persona poco creativa.
Así que… si creías que eres de los pocos insatisfechos, parece que hay más personas en la misma situación.
Michelle Obama en una entrevista dijo: Sentía constantemente que había una parte de mí que se cuestionaba mi carrera. Sentía que mi trabajo no me hacía feliz. Es importante escuchar esa parte de ti.
Identificar cada momento es clave. La carrera está llena de cambios y debemos evaluarlos siempre una vez más.
Para ser feliz en el trabajo
Disfruta de tus tiempos libres: con gente y contigo mismo. Pasarlo bien da lugar a una reducción del estrés. Al reducir el estrés, se reduce la producción de cortisol, que es la hormona que se libera como respuesta al estrés. De esta manera mejora nuestro sueño y aumenta la habilidad de ser creativos. Eso nos mantiene jóvenes.
Podrías preguntarte:
¿Y esto qué tiene que ver con el hecho de que mi trabajo no me motiva?
Pues bien, tener la mente clara y limpia te ayudará en hacer el siguiente paso. El más importante: empezar a reflexionar con claridad. A ser más objetivos. Alejarnos de las emociones que nos puedan conducir a tomar malas decisiones.
Éstas son las 3 preguntas que debes hacer a ti mismo:
¿Sólo mi trabajo no me hace feliz? ¿Qué hay de la satisfacción en el ámbito personal?
Meter todos nuestros problemas en el mismo saco es algo que debemos evitar. Si no estamos satisfechos en lo que respecta nuestra vida personal, tampoco lo estaremos en el trabajo.
¿Por qué me siento así?
Haz una lista de lo que te gusta y lo que no te gusta de tu trabajo.
Todo lo que escribas de positivo de tu trabajo, te ayudará a recordar y apreciar lo que a veces das por sentado. Quizás eso significa un beneficio en tu vida sin darte cuenta. Tú te conoces mejor que nadie. Tu sabes conoces tus razones.
¿Qué puedo mejorar de mí? ¿Y de mi entorno?
Empieza a construir un pensamiento positivo.
Por ejemplo, puedes empezar a dirigirte a tus compañeros del trabajo más positividad. Con más proyección.
Eso mostrará tu valía como profesional. Eso puede ayudar a otras personas de tu entorno a contagiar un ambiente de trabajo más agradable: Agradece a las personas de tu alrededor lo que hace tu día a día mejor.
Si todo lo anterior ya lo has hecho y sigues en un vacío existencial de dudas. Si no hay manera de sentir satisfacción por lo que haces…Necesitas un cambio en tu vida. Concretamente en tu vida profesional si ésa es la conclusión a la que has llegado.
Entonces, ¿cómo gestionar un cambio en tu vida de forma segura?
Define tus metas. Tu propósito. La suerte no aparece sola. La suerte se busca.
Buscar un camino profesional que nos satisfaga no es dejarlo todo y tirarse a la piscina de golpe – aún menos si no sabemos si está llena o vacía. Es cuestión de aprender a gestionar el cambio para sobrevivir. Tómate tu tiempo para hacerlo bien.
El éxito profesional se define al hacer pequeños pasos con los recursos de los que disponemos. Y así aumentar las probabilidades de llegar a buen puerto.
Date visibilidad: usa LinkedIn
Antes de buscar ofertas laborales puedes darte a conocer. A nivel profesional, LinkedIn puede ser muy útil. Ésta es un buen recurso para darse a conocer a los profesionales de Recursos Humanos. ¿Quieres saber cómo?
Actualiza tu perfil de LinkedIn
Gran parte de las ofertas laborales no llegan a publicarse a través de ningún medio. Los mismos técnicos de Recursos Humanos son los que buscan a los candidatos.
¿Cómo? A través de palabras clave insertadas en LinkedIn. Por eso, estas palabras clave deben aparecer en tu perfil. Solo así puedes ser encontrado. Por ejemplo, si eres comercial, usa ésa palabra en el cabezal de tu perfil.
Comparte y comenta contenido de calidad
Al compartir publicaciones de calidad en tu muro cada semana aumenta tu visibilidad en la red. Lo mismo sucede al comentar publicaciones de otros usuarios. Sin embargo, éste método puede ser una arma de doble filo. Si el contenido que compartes no es serio, puedes dar una muy mala imagen de ti: a tu red de contactos y a los reclutadores. Recuerda que LinkedIn es una red profesional. Si lo haces, hazlo bien.
Actualiza tu CV
Revisar el currículum de forma periódica va a darte confianza y te ayudará a tener presentes todos los logros de tu carrera. Si alguna empresa solicita tu CV, es porque está interesado en tu perfil y ganarás mucho tiempo si ya lo tienes actualizado. Hazlo en tu tiempo libre.
Fórmate
Sin duda, la formación es el punto más valorado por las empresas. ¿Por qué? En un mundo cambiante, siempre hay algo nuevo por aprender. No puedes asumir el riesgo de quedarte obsoleto. Y es que tú quieres progresar en tu carrera profesional. Todo el mundo lo hace.
Formarse no significa sacarse una carrera o un Máster. No va de mostrar un título. De hecho, las formaciones en desarrollo personal son muy valoradas por las empresas.
¿Por qué?
Formarse no es un gasto sino una inversión. Tú ya has hecho esa inversión por ellos.
Es importante visualizar esto así. Todo esfuerzo debe tener recompensa. El retorno de aprender debe conducirnos a estar cada día más cerca de nuestras metas. Si lo miramos con retrospectiva, a medio y largo plazo, los costes de no aprender son más altos que los de no hacerlo. Si tu trabajo te deprime que al menos te motive aprender.
¿Cuáles son los beneficios de formarse?
Si se da la situación en la que se debe ascender a algún miembro del equipo o surge una vacante, tengan en cuenta un perfil actualizado. Un perfil que se haya preocupado de formarse. No un perfil que no lo ha hecho. Así de simple.
Te abre a nuevas oportunidades
Formarse nos trae cosas positivas a nivel profesional. Si no tienes experiencia, formarte puede abrirte a nuevas ofertas. También abre nuevos caminos a nivel personal. Es cuestión de tener más probabilidades.
Te hace ganar confianza y felicidad
De acuerdo con Anant Agrawal:
Los estudios han demostrado que cuando somos ambiciosos, más felices somos. Especialmente cuando alcanzamos nuestros objetivos. El desarrollo personal es una forma de garantizarnos cierta serenidad interior.
Formarse mantiene tu cerebro activo
De acuerdo con el artículo de Mind Tools, aprender mejora y estimula las conexiones neuronales de nuestro cerebro. El aprendizaje puede ser aplicado a cualquier otro ámbito de tu vida.
Toma acción
Si bien los métodos mencionados hasta ahora eran un tanto pasivos. Pasamos ahora a métodos activos. Recordemos que el objetivo es deshacernos de ese pensamiento… “mi trabajo no me hace feliz”.
Si crees ser una persona ambiciosa, estos consejos son para ti:
Si estás a gusto en tu empresa, haces un buen trabajo y lo que quieres es un aumento de responsabilidades, habla con tu superior y exprésale tus inquietudes y deseos en el ámbito profesional, él puede guiarte.
Si quieres pedir un aumento salarial
Ciertamente siempre es importante tener en cuenta algo:
- ¿La empresa está pasando por un buen momento a nivel económico?
- Piensa en lo que quiere escuchar tu jefe, no en lo que tú crees. Debes pedir un aumento porque tu buen desempeño ha dado buenos resultados, hay una expresión en inglés “Go big or go home” que significa hazlo bien o no lo hagas. Si consideras que eres de las personas que hace su trabajo acorde a las expectativas de la empresa, entonces pide el aumento.
Aplica a nuevas ofertas laborales
Si tienes claro que lo que necesitas es un cambio completo en tu vida profesional y conocer otras formas de trabajar, sin lugar a dudas, empezar a solicitar empleo de forma activa, es la opción que debemos tomar.
Conoce todas las plataformas para buscar trabajo y empieza a recibir notificaciones de las ofertas laborales que se ajusten a tu perfil. Así, no deberás gastar tiempo en estar revisando las ofertas de empleo diarias.
Ya lo sabes. Deja de pensar «mi trabajo no me hace feliz». Y empieza a decir “hoy es un buen día para dar el primer paso”
Por tu éxito y el mío
Martha
Bibliografia
Terapia y crecimiento emocional
OCC Mundial
Laia Vilarrubi
GQ
Mazui