El poder de la perseverancia

¿Cuán perseverante eres?, ¿Cuán perseverantes podemos llegar a ser? Yo particularmente me considero una persona perseverante, luché contra adversidades y siempre salí vencedora, no es fácil, el camino no es llano pero cuando llegas a la meta, sientes la satisfacción de que todo lo que viviste no fue en vano.

Ten presente que la vida está llena de sorpresas y cada nuevo día puede ser diferente a lo que imaginas, muchas veces la vida te da una segunda oportunidad y puede mostrarte un nuevo camino o una nueva idea, persevera, no te rindas, a veces lo que necesitas es solamente un cambio, ir por una nueva dirección y para eso tienes que confiar en tu intuición, confiar en ti mismo y no tener miedo, SOLO DI QUE SÍ. Dile a la vida «confío en ti» y ella te guiará por el camino correcto.

La perseverancia es el hábito de seguir luchando ante la adversidad, sin importar los retos y las dificultades que haya que enfrentar. Las personas perseverantes tienen un propósito definido, saben lo que quieren lograr, se comprometen con sus metas y no descansan hasta hacerlas realidad. Tienen la disciplina de administrar su voluntad, de saber decir NO cuando hay que hacerlo, no se dan por vencidas aunque todo esté oscuro y no se vea una oportunidad para continuar. Los perseverantes tienen carácter, sus palabras armonizan con su comportamiento, saben que las excusas satisfacen solamente al que las da y debilitan el carácter de quien las acepta.

Abraham Lincoln fue un hombre perseverante. De 1831 a 1843, intentó ser Representante en varias ocasiones y fracasó. De 1848 a 1858, trató de ser Senador en dos ocasiones, Representante a la Cámara, Vicepresidente de los Estados Unidos, y en todo ello fracasó.

En 1860, fue elegido Presidente de los Estados Unidos después de haber perdido más de diez elecciones. Cuando presentó su candidatura para Presidente, un periodista le pregunto: “¿Señor Lincoln, usted no se cansa de fracasar? Ya ha perdido más de 10 elecciones, ¿qué le hace pensar que ahora puede ganar?” Lincoln le contestó pausadamente: “Para mí, esos sucesos no han sido fracasos, han sido resultados no deseados. Yo voy a conseguir la igualdad de los hombres, por eso voy a ganar esta elección y voy a cambiar esta nación”.

Lincoln Memorial (U.S. National Park Service)

Thomas Alba Edison se negó a darse por vencido cuando sus primeros esfuerzos por descubrir el filamento de la lámpara incandescente de carbono no dieron sus frutos. Explotó más de 5 mil bombillas hasta que finalmente tuvo éxito en su búsqueda de un filamento que soportara el estrés de una corriente eléctrica. Su perseverancia contra todos los pronósticos desalentadores había dado al mundo la maravilla de la bombilla eléctrica, si se hubiera rendido, no hubiera alcanzado la meta, nunca se desanimó, siempre veía que si su esfuerzo no funcionaba habría otra manera de hacerlo. El secreto es no desanimarse, es necesario vencer la duda, el desánimo y el temor, que son enemigos de la perseverancia.

A los diecinueve meses de edad, Helen Keller contrajo una grave enfermedad que la dejó ciega y sorda.A pesar de las probabilidades que se cernían en contra de ella, y con la ayuda de su familia y amigos, desarrolló un carácter ganador con un feroz sentido de la perseverancia. Ella se distinguió de las personas con discapacidades similares, al negarse a rendirse y ceder. El 29 de junio de 1904 Helen se graduó con honores en la Universidad de Radcliffe, siendo la primera sordo-ciega en obtener un título universitario.

Helen Keller Day: We should never forget the first deaf-blind person to  earn a degree | The Independent | The Independent

Albert Einstein fue lento en aprender a hablar. De hecho, sus padres estaban tan preocupados por la falta de su hijo en su desarrollo normal del habla que consultaron a un médico. Durante la juventud de Einstein, un director que lo expulsó de la escuela, y otro dijo que él nunca llegaría a nada. Sin embargo, Einstein perseveró. Conocido por su teoría de la relatividad y, específicamente, la equivalencia masa-energía, expresada por la ecuación E = mc2,  Einstein recibió en 1921 el Premio Nobel de Física “por sus servicios a la Física Teórica, y especialmente por su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico.” Hoy su nombre es sinónimo de genio gracias en buena parte a su perseverancia.

Lo importante no son las veces que uno haya caído sino las veces que se levante. Mientras se tenga un sueño, una meta, un deseo por conquistar, se deberá ser perseverante.

La lista es interminable.

¿Cuál es el valor común de todos ellos? La perseverancia.

La perseverancia es el compromiso que hacemos con nosotros mismos a hacer lo que sea necesario para lograr nuestros sueños más preciados y metas. La perseverancia significa que nos negamos a renunciar a pesar de las dificultades que pueden rodearnos y pese a aquellos que nos dicen que nuestra meta es inalcanzable, o que somos unos ilusos.

La perseverancia es un atributo fundamental de un carácter ganador.

Permíteme contarte la historia del bambú japonés…Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece… ¡más de 30 metros!

El bambú japonés (una historia de paciencia y desarrollo)

¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener después de siete años y hace que soporte todo tipo de vientos y tormentas.

Ser como el bambú implica trabajar nuestro yo interno, invertir en resiliencia y perseverancia, no tener miedo a «doblarnos» de vez en cuando: al final volveremos a nuestra posición con mayor fuerza, es comprender que el cuidado interno requiere tiempo y paciencia, y no importa lo fuerte que nos golpee el viento o la tormenta, porque hemos aprendido a ser flexibles y ante todo, resistentes.

Pasos para mejorar tu perseverancia

No renuncies. Cuando se trabaja hacia una meta y que alguien o algo te ofrece una excusa para darte por vencido, di “NO”. Hay personas que están viviendo vidas que no les agradan por haber permitido que alguien o algo le robaran sus sueños.

Superar el miedo con la fe. No dejes que el miedo dicte quién eres o qué eres capaz de lograr.

Aprende de tus fracasos. Cada uno de nosotros experimenta fracasos a lo largo del viaje de la vida.

Hay una razón para esto: cada fracaso es la semilla de una lección bien aprendida. Cada fracaso que experimentamos refuerza un rasgo emergente de carácter sólido. Se trata de nuestros fracasos los que más contribuyen intensamente a nuestro desarrollo personal.

Bienvenido a los tiempos difíciles. Estudios recientes de la psicología y la biología, confirman lo que nuestros abuelos sabían intuitivamente: la exposición a los tiempos difíciles nos hace más fuertes, y psicológicamente más resistentes. Cuando los tiempos difíciles surgen aquí hay algunas sugerencias a tener en cuenta:

  • Céntrate en lo que tienes, no en lo que has perdido o no tienes.
  • No ser cegados por la dificultad, la búsqueda de oportunidades que puedan existir como consecuencia de la situación.
  • Piensa acerca de cómo has sido ayudado por la dificultad: cómo has cambiado tus valores personales, el efecto que ha tenido en tus relaciones con tu cónyuge y miembros de la familia, cómo has cambiado mentalmente, física y espiritualmente. Piensa en los beneficios de cada caso: tal vez has vuelto a descubrir algunos de los valores personales, o redescubierto un sueño, o aprender más acerca de tu misión y propósito en la vida.
  • Ten en cuenta cómo la circunstancia ha hecho tu vida más significativa.
  • Tienes que estar totalmente comprometido con tus metas. Cualquier cosa en la que te embarques hazlo con todo tu corazón. Invierte todo tu ser en cada proyecto. El éxito extraordinario exige un compromiso extraordinario.
  • Nunca cometas el error de pensar que algo es menos que lo mejor que puedes hacer o conseguir. Hay un viejo adagio que es muy fiel, una ley del universo que dice que si piensas en lo mejor, lo mejor aparecerá en tu vida. Eleva tus criterios y úsalo como ventaja.
  • Afronta el reto. Esto requiere disciplina y trabajo duro, pero haciendo lo que sea necesario para cumplir con el desafío es lo que se necesita para tener éxito. No hay atajos, no hay pasos laterales, no hay trampas.
  • Nunca te rindas. En las palabras de Norman Vincent Peale, autor de El Poder del Pensamiento Positivo “Si quiere llegar a alguna parte, usted tiene que saber dónde quiere ir y cómo llegar hasta allí, y nunca, nunca, nunca se rinda”

Tenemos dos opciones: asumir responsabilidad con nuestro futuro o esperar que las crisis definan nuestro destino. Recordemos siempre que tenemos una sola vida, que es corta, que hay que aprovecharla y vivirla intensamente. ¡Hay que ser perseverante! No te rindas; mientras otros digan que no se puede, tú enséñales cómo hacerlo; mientras otros hablen de escasez y de dificultades, tú habla de abundancia y de oportunidades. Mientras otros digan que es difícil y que no se puede, tú menciona que para el que cree todo es posible.

Empieza a adoptar estas premisas para agrandar tu poder de perseverancia y ten la seguridad que llegarás donde quieres.

Por tu éxito y el mío

Martha

Bibliografía

LinkedIn – JR Roman

Terapia y crecimiento personal – Nacho Fernandez

La mente es maravillosa

Mazui