Estuve pensando en un libro que leí hace un tiempo atrás “La magia de pensar en grande” y me puse a analizar que aquellas personas que alcanzan el éxito suelen tener patrones de pensamiento que se repiten en la mayoría de ellas.
Durante estos últimos años en los que analicé a personas descubriendo y alcanzando su máximo potencial vi que existen varios patrones que los considero «claves» del éxito.
Probablemente uno de los más potentes, que si decides aplicarlo en ti, tus probabilidades de alcanzar la cima se incrementarán por mucho. Ese patrón de pensamiento es…
PENSAR EN GRANDE
Tres simples pero muy poderosas palabras que afectan directamente a tu yo más interno. A tu sistema de creencias más profundo. Y que te ayudarán a abrir los ojos para ver mucho más allá de lo que ahora mismo crees posible.
La mayoría de las veces, las personas no alcanzan a cumplir sus metas solo porque creen que no podrán llegar tan alto: apuntan bajo y se conforman con poco.
Todas las personas que han alcanzado el éxito, generado impacto e, incluso, cambiado el mundo tienen una cosa en común: creen que pueden alcanzarlo todo, usualmente lo consiguen, aun cuando sus condiciones iniciales hayan dicho todo lo contrario. Pensaron en grande… y… eso es solo el principio.
Es por eso que aquí te comparto 3 breves consejos que te servirán para empezar a «ejercitar» este músculo de pensar en grande:
1. Desaprende lo que tenías en la cabeza y empieza a creer más en ti
Estoy seguro que más de una vez te habrán dicho que pensar en grande es malo, que es irreal o que es cosa de niños. Pues es hora de quitar todo eso de tu cabeza para empezar a creer que puedes lograr mucho más de lo que alguna vez pensaste.
Sé audaz: nada de miedos. A pesar de que algunas personas puedan negarlo, el miedo es real. Es el principal enemigo del éxito y puede paralizarte si no sabes cómo lidiar con él. Se materializa en una sensación de incertidumbre, falta de confianza.
El mejor método para enfrentar al miedo es la acción. Te quita de ese lugar incómodo y te pone en movimiento hacia el futuro. También es importante que sepas que toda confianza es adquirida, desarrollada. No todos nacemos con una gran confianza en nosotros mismos. Debes fomentarla.
Cuando sientas temor, intenta mantener la calma y busca estabilizarte. Luego, piensa qué clase de acción puedes emprender para avanzar. Aísla tu miedo, identifícalo y ve hacia adelante.
Si tu temor involucra una posible derrota laboral, esfuérzate por dar lo mejor de ti en el trabajo y corrige lo que necesites mejorar. Puedes aplicar la misma lógica al estudio.
Por último, si sientes un miedo general de la gente, no olvides ponerlas en perspectiva: todos son simples personas igual que tú.
2. Comprométete con un estilo de vida alineado a tus sueños y a tus valores
Lucha por lo que realmente quieres para ti y los que te rodean. Prométete a ti mismo los estándares de vida que quieres tener y usa esta promesa como un mantra en los momentos en los que necesites un extra de motivación.
La propia actitud positiva te da la energía y la destreza necesaria para que emprendas tus objetivos. Estar predispuesto al éxito te permitirá descubrir cuál es el mejor camino para llevar a cabo tus tareas.
Un ejemplo, los científicos: sin la creencia firme y determinada de que el hombre podía viajar por el espacio, no habrían reunido el interés y el entusiasmo necesarios para enviar astronautas fuera de nuestro planeta.
Para sentir esas ganas y tener iniciativa, necesitas saber que tú vales la pena. Una buena autoestima favorecerá tu voluntad de conseguir grandes cosas.
Planea y ejecuta: no hay mejor brújula que un plan para pasar de la visión a la acción. Adáptate: pensar rápido y saber reaccionar distingue a los más movidos de sus contrapartes.
Falla y levántate de nuevo: mientras más pronto te equivoques, más rápido descubrirás la lección que necesitabas.
El éxito no es una cima que alcanzas solo una vez, sino muchas y distintas cumbres que tocas en diversos momentos de tu vida.
Lo importante es recordar que esas cimas, en efecto, están a tu alcance. Todos tenemos el potencial para ser exitosos.
3. Tú debes ser tu fan N°1
¡Eres el/la N°1! Percíbete a ti y a lo que haces como único, como lo mejor. Y hagas lo que hagas, hazlo como si tú mismo estuvieras pagando por el resultado. Debes ser capaz de verte a ti y a lo que haces como a un líder de tu sector, sin dudar de ello.
Aplica estos tres conceptos en tu día a día y estarás trabajando en una potente mentalidad lista para conseguir los más grandes objetivos que puedas plantearte.
¡Pero espera! A diferencia a lo que muchos pueden pensar..
Enfocar tus acciones desde esta perspectiva no te convertirá en alguien que persigue desesperadamente el éxito en su vida.
Para nada…
Lo que hará, más bien, es que seas alguien que cree tanto en lo que hace y en lo que quiere, y que además, lo hace de tal manera, que el éxito será simplemente una consecuencia casi inevitable.
Y un consejo adicional, establece contacto visual con las personas, camina con un 25% más de rapidez, habla alto y ten siempre una gran sonrisa.
Cómo pensar en grande
Concéntrate en todo lo que puedes llegar a ser y conseguir, y no sólo en lo que eres hoy. Te sentirás más grande y esto favorecerá a tu mentalidad. Busca añadir valor a las cosas, a las personas y a ti mismo. Así, los medios para alcanzar esos valores potenciales llegarán.
Escoge un objetivo principal y mantente enfocado en él; nunca pierdas de vista cuáles son las cosas que realmente te importan.
Confía en que tus metas pueden lograrse. Sé receptivo a las nuevas ideas y experimenta siempre que puedas. Cuestiónate para descubrir cómo puedes hacer mejor tus tareas y aumentar tu productividad.
Asóciate con personas que tengan nuevas ideas y confía en sus consejos. Tener una apariencia que luzca importante generará respeto en los demás y aumentará tu autoestima. Si adoptas posiciones positivas hacia tu trabajo y le das la importancia que merece, los demás también lo considerarán relevante.
Actitud de “buena predisposición”: cuando pierdas el interés en algo, involúcrate en ese tema y aprende más sobre él. Eso aumentará tu entusiasmo.
Actitud de “usted es importante”: llama a la gente por su nombre y demuestra el aprecio en cualquier oportunidad. Actitud de “el servicio primero”: en toda situación, da a la gente más de lo que pretendes recibir.
Aprende de tus errores, se tu propio crítico constructivo, analiza e identifica tus debilidades, se perseverante al mismo tiempo que pruebas nuevos enfoques y recuerda que siempre existe un lado positivo de cada situación.
Cambiar depende sólo de cada uno de nosotros. No necesitamos ser superdotados, sino grandes entusiastas.
Y ya para cerrar, quiero despedirme de ti compartiendo una frase que resume perfectamente la esencia de esta reflexión:
«Si apuntas a la luna, tal vez te quedes en la superficie de la tierra. Pero si apuntas a Saturno, seguro que consigues llegar hasta la luna»
Si este mensaje te ha inspirado entonces quiero invitarte a pensar en grande y estar convencido de que eres importante.
“Cómo tu piensas determinará cómo actúas. Y cómo actúas a su vez determinará cómo los demás reaccionarán ante ti”.
Por tu éxito y el mío
Martha
Bibliografia
Martin Meadows
Miquel Roman
David Schwartz
Marcus Dantus