Estoicismo, que aprendemos de él

Para los estoicos, el universo estaba gobernado por la razón o logos, un principio divino que dominaba todo. Por lo tanto, estar en armonía con el universo significaba vivir en armonía con Dios y el Universo.

Puede parecer que las enseñanzas de los pensadores estoicos que vienen de hace más de 2000 años y su filosofía de vida está muy alejada de nuestra realidad. No obstante, si nos detenemos a analizar sus propuestas y principios básicos comprobaremos que estos son fácilmente aplicables a nuestro día a día. Y, de hacerlo, obtendríamos sin duda una existencia más sencilla, pacífica y placentera.

Esta corriente filosófica afirma que todas las leyes del universo, con sus actos y consecuencias, ya están determinadas. De modo que el hombre solo podrá alcanzar la libertad a través de la aceptación de su propio destino. También afirman que el bien y la virtud solo son accesibles mediante la razón, huyendo de las pasiones y los excesos. 

Los estoicos nos dejaron varias lecciones de resistencia. En 1965, durante la guerra entre Estados Unidos y Vietnam, el piloto de la Armada estadounidense James Stockdale recibió un disparo mientras volaba sobre el país enemigo.

El joven no sabía que pasaría siete años como prisionero de guerra de los vietnamitas. Y que un filósofo que había vivido en Grecia en el siglo I d.C. se convertiría en su gran maestro y amigo, ayudándole a soportar sufrimientos inimaginables, el filósofo se llamaba Epicteto y su filosofía, el estoicismo. Esto lo aprendió de su “profesor y filósofo Michael Sandel” considerado el más popular en la facultad de Leyes de Harvard.

En el libro «Stockdale habla del estoicismo», el piloto cuenta cómo las enseñanzas de esta escuela filosófica lo reconfortaron durante sus largos años de cautiverio. «Todo lo que sé sobre Epicteto lo he practicado a lo largo de los años», escribió Stockdale.

«Él me enseñó que lo necesario es mantener el control de mi propósito moral. De hecho, (él me enseñó) que yo soy mi propósito moral». «Que soy completamente responsable de todo lo que hago y digo. Y que yo decido y controlo mi propia destrucción y liberación«.

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Estoicismo: la calma en medio del caos

¿Cómo vivir una buena vida en un mundo impredecible? ¿Cómo hacer lo mejor dentro de nuestras posibilidades mientras aceptamos lo que está fuera de nuestro control?

Estas son las cuestiones centrales del estoicismo, una filosofía creada hace más de 2.000 años en la que cada vez más personas buscan antídotos contra las dificultades de la vida contemporánea.

El estoicismo predicó el valor de la razón, al proponer que las emociones destructivas son el resultado de errores en nuestra manera de ver el mundo y ofreció una guía práctica para permanecer resueltos, fuertes y en control de la situación.

La escuela estoica tuvo una profunda influencia en la civilización grecorromana y, en consecuencia, en el pensamiento occidental en general. Está presente en el cristianismo, el budismo y el pensamiento de varios filósofos modernos, como el alemán Immanuel Kant, además de haber influido en la técnica contemporánea de la psicoterapia llamada terapia cognitivo-conductual.

Enseñanzas de los pensadores estoicos

Muchos de nosotros vivimos, sin darnos cuenta, instalados en el pesimismo. Tendemos a sentirnos ofendidos, y a creernos víctimas de las circunstancias. Sin embargo, en todo momento tenemos la opción de elegir desde que prisma mirar una situación. Y de esta decisión dependerá nuestro estado de ánimo.

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No es lo que ocurre lo que nos afecta, sino como miramos lo que sucede. Nadie nos hace nada, nos lo hacemos nosotros escogiendo una perspectiva equivocada. Si alguien anula a última hora la cita que teníais, puedes sentirte ofendido y faltado al respeto y comenzar una pelea. Pero también puedes aceptar la realidad, tomar las medidas que consideres oportunas, pero sin permitir que este hecho afecte a tu estado interior. Tu paz es solo asunto tuyo.

La felicidad se logra a través de la virtud

Vivimos en una sociedad apresurada, competitiva e hiperconsumista. Por lo mismo, hemos llegado a pensar que la felicidad se halla en la aprobación social, el éxito material o el estatus. No obstante, según las enseñanzas de los estoicos, la felicidad se alcanza simplemente haciendo lo correcto, lo que nuestra conciencia nos dicta.

Esto puede sonar descabellado, pero todos hemos experimentado la satisfacción de lograr animar a un amigo en su peor momento, de ayudar a un extraño a encontrar una calle o de ofrecer dinero o comida a una persona sin recursos. Especialmente quienes alguna vez han realizado un voluntariado pueden dar fe de cómo estás acciones nos hacen sentir plenos.

Hemos de hacer caso a nuestro “yo interior”, según las enseñanzas de los estoicos. Estar en contacto con nuestras propias emociones y necesidades es imprescindible para nuestro bienestar. Por ello los estoicos apuntaban en un diario cómo se sentían al final de cada día. De esta forma llegaban a conocerse más profundamente y a reconocer lo que ellos mismos sentían, opinaban y anhelaban.

Mediante esta sencilla práctica podremos procesar y exteriorizar todo aquello que nos perturba o no es de nuestro agrado. Igualmente seremos capaces de actuar en coherencia con nuestros pensamientos y emociones, reconociendo que no siempre se puede agradar a todo el mundo.

El hábito nos hace más eficientes, establecer un hábito es la mejor forma de automatizar aquellas conductas que deseamos implementar como parte de nuestra vida. Es el camino más rápido a la eficiencia y la constancia, es importante que establezcamos hábitos que nos ayuden a tener una vida más equilibrada. La alimentación, el ejercicio, la lectura, la meditación… Todas ellas son actividades que todos consideramos beneficiosas y deseables. Pero a la hora de ponerlas en práctica siempre encontramos excusas y atajos que nos hacen posponerlas y no ser perseverantes.

Todo esfuerzo será recompensado, a muchas personas nos resulta difícil posponer la gratificación inmediata y priorizar las consecuencias a largo plazo. Por ello fumamos, bebemos alcohol, nos alimentamos de forma inadecuada o permanecemos en relaciones dañinas. Cuando nos proponemos algo y nos mantenemos constantes en su cumplimiento, al inicio tal vez será duro y desmotivador. Pero a la larga, sin duda, experimentaremos los valiosos beneficios de nuestro sacrificio.

El control de las emociones es uno de los puntos abordados por el estoicismo.

Retrato surrealista.

Por lo tanto, cuando estamos avergonzados o perturbados, no lo atribuyamos a otro sino a nosotros mismos. Es decir, según nuestras propias opiniones. Estas palabras han sido una revelación para muchas personas a lo largo de los siglos y hasta el día de hoy, dice Robertson.

«Está diciendo que son nuestras opiniones sobre las cosas las que determinarán si nos van a molestar o no«. En lugar de tratar de suprimir (las emociones), debemos confrontar las creencias que nos llevarán a convertirlas en emociones saludables, explica.

Establecer prioridades y entender lo que está bajo nuestro control

La búsqueda del autocontrol es fundamental para la filosofía estoica. Pero para esto es importante poder distinguir lo que está bajo nuestro control.

«Las cosas que están bajo nuestro control son nuestros juicios, opiniones y valores que decidimos adoptar, y lo que no está bajo nuestro control es todo lo demás, además de todo lo que es externo», explica el filósofo italiano Massimo Pigliucci.

Hombre escala montaña.

Uno de los preceptos del estoicismo es entender lo que está bajo tu control.

«Puedes influir en tu cuerpo, mantener una dieta saludable, hacer ejercicios, pero al final, tu cuerpo no está bajo tu control, porque puedes contraer un virus o sufrir un accidente y romperte una pierna».

Según Pigliucci, esta distinción permite darse cuenta de que, si las únicas cosas que están bajo nuestro control son los juicios, opiniones y valores, es en ellos en los que debemos mantener nuestro enfoque.

Ejercicios de estoicismo para practicar

Escribe tu propio diario filosófico (como enseñaron Séneca y Epícteto). Antes de ir a la cama, reflexiona sobre las cosas más importantes que te sucedieron ese día, cosas que son importantes en términos de tu ética personal: ¿qué hice mal? ¿Qué hice bien? ¿Y qué me queda por hacer?

Toma un baño de agua fría, aunque no todos los días. Los estoicos hacían algunos ejercicios de auto privación, como tomar baños con agua fría, salir a la calle sin abrigo o ayunar. Según este planteamiento, si te privas temporalmente de esas cosas, las apreciarás mejor. Además, sentirás empatía hacia las personas que no tienen acceso a ellas y recordarás que puedes sobrevivir a esta situación.

Vive conforme a la Naturaleza, lo cual supone aceptar el propio destino. Solo lo que depende de uno mismo, es susceptible de definirse como bueno o malo, y lo contrario, será totalmente indiferente.

Fortalece cuerpo y alma, fortalece el cuerpo, edúcalo para que pueda soportar el dolor, el hambre, la privación de libertad, en definitiva, del propio destino. Para fortalecer el alma, medita y calma tu mente a diario, 20 minutos al día ya harán un gran cambio, solo cierra los ojos y respira, en la respiración calmada encontrarás la paz, la sanidad y las respuestas que necesitas para cualquier situación en la que te encuentres, tu subconsciente siempre está trabajando, dale la oportunidad de manifestarse.


Toma las cosas con humor
. «Si te enteras de que alguien está hablando mal de ti, no intentes defenderte de los rumores; en su lugar, responde: ‘Sí, y él no sabe ni la mitad, porque podría haber dicho más’».

Piensa antes de actuar. La persona sin sentido actúa sin pensar. La próxima vez que te enfrentes a alguien en una conversación frustrante o si tu horario está fuera de control, detente por un momento para procesar lo pasó y cuando vayas a la cama evalúa cada uno de los hechos del día: ¿qué he hecho o dejado de hacer? Empieza así y revisa tus actos y entonces por los actos infames amonéstate, por los buenos alégrate».

Nuevo día, nuevo comienzo “Comienza a vivir y cuenta cada día como una nueva vida”. Los estoicos veían cada día como una nueva oportunidad. Recuerda, sólo necesitas un evento, una conversación para cambiar completamente la trayectoria de tu vida. Un día malo no significa que deba ser una mala semana.

Toma acción “Si una persona no sabe hacia qué puerto navega, ningún viento es favorable” Un estoico se despierta y sabe exactamente lo que quiere hacer en su día, sus metas y destino son claros. Si empiezas tu día escribiendo tus metas, crearás un compromiso psicológico previo que aumentará la probabilidad de que se cumplan.

Para finalizar, te dejo tres cosas que decía Epitecto y que pueden ser una guía en tu vida diaria.

«Si voy a morir, moriré cuando llegue el momento. Como me parece que aún no es la hora, comeré porque tengo hambre”.” Lo que Epitecto está queriendo decir aquí es que lo que tenga que ser será. Pero si no tengo que lidiar con eso ahora, voy a hacer otra cosa», explica Massimo Pigliucci, filósofo italiano y practicante del estoicismo hoy. Steve Jobs lo dijo muy bien: “Recordar que vas a morir es la mejor forma de la trampa de pensar que tienes algo que perder.

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«No eres lo que pretendes ser, así que reflexiona y decide: ¿esto es para ti? Si no es así, prepárate para decir: para mí eso no tiene importancia”.” Deje atrás las cosas que no están bajo su control e intente trabajar duro en lo que usted puede controlar”.

«No esperes que el mundo sea como deseas, sino como realmente es. De esa manera tendrás una vida pacífica”.” Para quien ve conformismo en estas palabras, un punto importante: no propone que seas pasivo en relación con la vida, sino que aceptes las cosas que están más allá de tu control y que ya sucedieron», dice el filósofo y psicoterapeuta escocés Donald Robertson.

Por tu éxito y el mío

Martha

Referencias

Mente millonaria

Word press & BBC

Unprofesor.com

Massimo Pigliucci «Cómo ser un estoico: usando la filosofía antigua para vivir una vida moderna»